Italia

Tras recibir a Renzi, Mattarella prometió respuestas "a la altura de los problemas"

Mientras se espera que el aún primer ministro formalice su anticipada renuncia tras ser derrotado en el referéndum sobre la reforma constitucional que había impulsado, el presidente italiano prometió "respuestas a la altura de los problemas de momento".

Mientras se espera que el aún primer ministro Matteo Renzi formalice la renuncia que adelantó tras ser derrotado en el referéndum sobre la reforma constitucional que había impulsado, el presidente italiano Sergio Mattarella prometió  "respuestas a la altura de los problemas de momento".

"El elevado índice de participación registrado en el referéndum de ayer es el testimonio de una democracia sólida, un país apasionado, capaz de participación activa", aseguró este lunes Mattarella en una declaración divulgada por la web del Quirinale. La votación de ayer convocó a las urnas a casi el 70% de los habilitados.

Previamente, Mattarella había mantenido una reunión informal, durante una hora, con Renzi.
"Italia es un gran país con una gran cantidad de energía positiva en el interior. Esto también significa que el clima político, a pesar de la dialéctica necesaria, esté marcado por la serenidad y el respeto mutuo", pidió el Presidente.

"Las instituciones tendrán que garantizar en cada caso el respeto, proporcionando respuestas a la altura de los problemas del momento, a los compromisos y plazos que ahora enfrentamos", finalizó Mattarella.

Renzi reunirá esta tarde a su gabinete, en lo que se espera que sea su último Consejo de Ministros, desde las 18.30 de Italia (14.30 de Argentina). Desde allí, como adelantó en la madrugada, se dirigiría al palacio Quirinale a formalizar la dimisión frente a Mattarella.

Una vez oficializada la renuncia, la lista de posibilidades que se abren para el jefe de Estado incluyen una convocatoria a un gobierno técnico de transición, un llamado a nuevas elecciones o la designación de un ejecutivo que complete el mandato de Renzi, previsto originalmente hasta mediados de 2018. 

Renzi, de 41 años y en su cargo tras un acuerdo parlamentario el 22 de febrero de 2014, había convertido en una suerte de plebiscito sobre su gestión la reforma con la que esperaba reducir los costos de la política y agilizar los procesos legislativos a través de la reducción de las funciones y miembros del Senado entre otros puntos.

En el caso de que el Presidente decida convocar a un nuevo gobierno, el ministro de Economía Pier Carlo Padoan y el titular del Senado Pietro Grasso aparecen como los favoritos.

Padoan, de 66 años y cercano a Bruselas, aportaría un diálogo con la Unión Europea que aparece como crucial en la previa del G7 que Italia hospedará el año próximo en Taormina, Sicilia.

Sin embargo, demasiado caracterizado como técnico, su falta de carisma puede jugarle en contra: sin ir más lejos, hace menos de un mes no supo responder en un debate televisivo cuánto salían un litro de leche o uno de nafta.

Grasso, por su parte, a sus 71 años podría trasladar al Palazzo Chigi la muñeca con la que ha manejado la Cámara Alta desde un año antes de la asunción de Renzi. Siete años fiscal antimafia, la figura de Grasso podría reunir los consensos de los sectores más ortodoxos del resto de las fuerzas políticas, como el Fuerza Italia de Berlusconi.

Si en cambio Mattarella pide un llamado rápido a elecciones, como reclama más que nada el Movimiento Cinco Estrellas (M5E), el primer punto será decidir con qué ley electoral se harían los nuevos comicios.
La ley electoral vigente, aprobada en mayo pasado y conocida como "Italicum"; sólo prevé las elecciones para la Cámara de Diputados, ya que fue concebida con la hipótesis de que la reforma constitucional finalmente rechazada y que planteaba la reducción del Senado sería aprobada.

En esa dirección, un fortalecido M5E aseguró minutos después de conocido el anuncio de la renuncia de Renzi que para "no dilatar" los nuevos comicios podría aceptar usar la Italicum en lo referido a la elección de Diputados y la conocida como Consultellum para los miembros del Senado.

En esa línea se manifestaron este lunes también las derechistas Liga Norte de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Georgia Meloni, quienes reclamaron un rápido llamado al voto "con cualquier ley electoral".

"Renzi deja un país de rodillas. Es necesario votar ya y no perder 7 u 8 meses con discusiones sobre la ley electoral. Estamos ya trabajando en nuestro programa y en nuestra candidatura", afirmó Salvini en declaraciones a la prensa.

La otra fuerza de la derecha con importante presencia parlamentaria, Fuerza Italia de Silvio Berlusconi, plantea en cambio un llamado a elecciones pero luego de la discusión de una nueva ley electoral.
Durante la campaña, el oficialismo insistía en la necesidad de la aprobación de la reforma para dotar de estabilidad a los gobiernos en un país que ha tenido 63 gobiernos en los 70 años de existencia de la República. Con la dimisión de Renzi que se espera esta tarde, serán ahora 64 ejecutivos los que hayan pasado por el Palazzo Chigi.

El referéndum italiano, la tercera potencia industrial de la Unión Europea, UE, ya provocó reacciones en la primera (Alemania) y la segunda (Francia).

La canciller alemana, Angela Merkel, lamentó el resultado, pero agregó que se trata de una decisión popular que hay que respetar, y el presidente de Francia, Francois Hollande, resaltó la voluntad del premier saliente de "orientar Europa hacia el crecimiento y el empleo".