DOS MODELOS QUE NO TUVIERON EXITO

Del fracaso estatal al naufragio privado

-¿Por qué fracasó el modelo de administración estatal? ¿El esquema es inviable en sí mismo o los sucesivos gobiernos fueron incapaces para desarrollarlo?

-Muchas obras se deben a la gestión estatal, como las represas hidroeléctricas o la sustitución del petróleo por gas, ese gran salto energético que se dio en 1977 cuando comenzó a operar Loma de la Lata. Yo creo que faltó una estrategia que fuera exitosa en el desarrollo económico y social. El modelo de gestión privada ha sido condicionado por la estrategia de sustitución de importaciones, donde se decía que teníamos que ser autosuficientes en energía para destinar esos dólares a comprar máquinas. Ese esquema orientado al mercado doméstico termina con bajo crecimiento y con inflación crónica, y eso desnaturaliza los precios y tarifas que tenía el sector de la planificación pública. Hay que recordar que el déficit de las empresas públicas llegó a representar el 50% del déficit de las cuentas públicas. Igualmente tuvo algunas cosas rescatables.

-¿Qué le faltó al modelo de gestión privada para ser exitoso?

-Le faltó una estrategia de desarrollo que le diera a toda esa transformación energética microeconómica un plan de largo plazo. Quedamos prisioneros de la herramienta que se llamó Convertibilidad. Es increíble pero el ciudadano común culpa de la crisis del 2001 a las privatizaciones, a las reformas de mercado, y yo creo que tuvo mucho más que ver la macroeconomía. Luego vino el populismo, que fue todo corto plazo, pan para hoy y hambre para mañana.