Macri y los campeones de la Davis: "El país necesita que cada uno saque lo mejor de sí mismo y lo ponga al servicio de la sociedad"

Los campeones le regalaron al Presidente una camiseta autografiada.

El presidente Mauricio Macri destacó la “importancia del trabajo en equipo, el esfuerzo de cada uno al servicio del conjunto, y la humildad” al recibir en la Casa de Gobierno al equipo argentino ganador de la Copa Davis, y dijo que “esto es lo que necesita el país, que cada uno saque lo mejor de sí mismo y lo ponga al servicio de la sociedad”.

Macri destacó que el equipo logró algo "mágico" que fue ganar todas las series de visitante y resaltó la "importancia del trabajo en equipo, del esfuerzo de cada uno puesto al servicio de todos".

sostuvo Macri en el acto de recepción de los campeones, que le regalaron una camiseta autografiada. 

Los campeones de la primera Copa Davis para la Argentina llegaron con las preciadas réplicas en miniatura de la enorme Ensaladera de Plata llegaron al país y hubo fiesta y caravana desde el aeropuerto de Ezeiza.

"Muchas gracias por venir", fue la gentil apertura que hizo Daniel Orsanic, un hombre practicante de los buenos modales que dispuso que frente al auditorio en la conferencia de prensa no faltara ni uno de los integrantes del equipo.

Consumado ya el encuentro de los tenistas con algunos de sus familiares en un VIP previo al encuentro con la prensa a sala llena, todos se subieron a la tarima. 

Orsanic abrió el juego, no se olvidó del agradecimiento, contó alguna infidencia, como la de la previa al partido decisivo, asegurando que vio "tranquilo" a Fede Delbonis y "pálido" a Ivo Karlovic, y avisando que "hay cosas que mejorar" de lo que pasó al tenis.

Orsanic también fue el portavoz del grupo para llevar el mensaje de "apoyo" a las familias de las víctimas de la tragedia de Chapecoense.

"Es una tristeza enorme, que nos puso mal a todos", dijo tras enterarse al llegar al país.

Juan Martín Del Potro, claro está, fue el más requerido, resaltando el "logro histórico" y dando por seguro que "todo el mundo quería que Argentina ganara la Copa" por la pasión y porque es la que tiene la "mejor hinchada", esa que desacartonó el deporte blanco. También tuvo su momento muy propio, el de preferir "agradecer a la persona que me acompaña desde siempre en mi vida".

Es a quien siempre agradece tras un partido antes de irse del court. "Es el mejor año de mi vida en los emocional, en lo teístico", dijo acariciando la réplica de la Davis, a la que suma la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río y entre las dos competencias las victorias sobre el 1 y 2 del mundo.

Es un Del Potro distinto. "No puedo pedir nada para el año próximo. Tengo el US Open que es un sueño de chiquito, ahora este año. Solo agradecer".

El humor lo puso Leonardo Mayer, cuando una periodista tandilense preguntó sobre las recepciones en sus pueblos y aludió que Del Potro estaba "acostumbrado".

"¿Y yo no?, se metió el correntino, ese que solo jugando challenger metió a la Argentina en la final con la victoria sobre Daniel Evans en la semi de Glasgow.

Vestidos con cotillón celeste y blanco, los campeones y el grupo de trabajo posó y algunos hasta se animaron a algún bailecito en el playón de salida, hasta que se subieron a un micro sin techo amarillo, de esos que hacen tour por la ciudad, para iniciar la caravana hacia la Casa de Gobierno, donde los esperaba el presidente Mauricio Macri.

La caravana por las autopistas Riccheri, Dellepiane y 25 de Mayo careció de los congestionamientos que suele ocurrir con los equipos de fútbol que llegan victoriosos de Ezeiza por lo cual el micro llevó buena velocidad hacia la Rosada.