Los regalos recibidos por funcionarios deberán tener un destino social

El gobierno naciona resolvió que tanto el detalle de esos regalos como la información de viajes de funcionarios públicos financiados por terceros "estarán disponibles" en el sitio web de la Oficina Anticorrupción y en el Portal de Datos Abiertos del Ministerio de Modernización.

El gobierno nacional dispuso que a partir de hoy los regalos recibidos por funcionarios, tanto por cortesía o por costumbre diplomática, pasarán a ser propiedad del Estado para ser destinados a fines de acción social, salud o educación o para incorporarlos al patrimonio histórico cultural, según de qué se trate el obsequio. 

Además, resolvió que tanto el detalle de esos regalos como la información de viajes de funcionarios públicos financiados por terceros "estarán disponibles" en el sitio web de la Oficina Anticorrupción y en el Portal de Datos Abiertos del Ministerio de Modernización. 

Así lo dispuso el Poder Ejecutivo mediante un decreto presidencial publicado hoy en el Boletín Oficial que reglamenta el artículo 18 de la Ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública en base a una propuesta de la Oficina Anticorrupción, la autoridad de aplicación de esa norma.

Además, el decreto del presidente Mauricio Macri prohíbe a los funcionarios recibir regalos de personas o entidades que realicen actividades reguladas por el organismo; que gestionen o exploten concesiones y franquicias; que sean contratistas o proveedores; o que procuren una decisión del organismo y/o tengan intereses que puedan verse afectados por una decisión del funcionario. 

En cambio, establece que se pueden recibir obsequios de cortesía o comestibles en casos en que sean entregados en eventos, actos, visitas o actividad oficial pública.

El flamante Régimen de Obsequios a Funcionarios Públicos crea un registro de esos regalos y de los viajes financiados por terceros, sistema que deberá ser diseñado por el Ministerio de Modernización en un plazo máximo de 60 días para su efectiva puesta en marcha. 

Hasta tanto funcione ese registro, el funcionario público que reciba un obsequio por razones de cortesía o costumbre diplomática deberá comunicarlo a la máxima autoridad del organismo , explicó la Oficina Anticorrupción en un comunicado. 

Subrayó que esta nueva normativa sigue los estándares internacionales y las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El decreto de Macri reglamenta el artículo 18 de la Ley de Etica Pública, sancionada hace 17 años, que establece que "los funcionarios públicos no podrán recibir regalos, obsequios o donaciones, sean de cosas, servicios o bienes, con motivo o en ocasión del desempeño de sus funciones".

Además, ese artículo indica que, "en el caso de que los obsequios sean de cortesía o de costumbre diplomática, la autoridad de aplicación reglamentará su registración y, en qué casos y cómo, deberán ser incorporados al patrimonio del Estado, para ser destinados a fines de salud, acción social y educación, o al patrimonio histórico cultural si correspondiere". 

En este marco, la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, afirmó que con la reglamentación de este aspecto de la Ley de Ética Pública "el Presidente envía un mensaje clarísimo a sus funcionarios y a todos aquellos que busquen influenciarlos indebidamente a través de obsequios y otras atenciones". 

En este sentido, argumentó que "el decreto marca límites claros y precisos a la conducta de los funcionarios, aumenta la transparencia y el control institucional y ciudadano, y reduce los riesgos de influencias indebidas".

De esta forma, señaló que "este decreto es un paso importantísimo en materia de integridad y transparencia", debido a que "busca aumentar la confianza de la ciudadanía en sus funcionarios y a los funcionarios les otorga un marco claro de conducta ética".

"Queremos invitar el Poder Legislativo, a la Corte, al Consejo de la Magistratura y al Ministerio Público Fiscal y de la Defensa a que tomen como inspiración este decreto del Presidente y avancen con medidas similares en sus respectivas áreas de injerencia", puntualizó Alonso.

Entre los regalos recibidos por presidentes argentinos, sin duda el que mayor revuelo causó fue la Ferrari roja que aceptó Carlos Menem, en 1991, de parte del empresario Máximo del Lago. 

Pese a haber proclamado "es mía, mía y mía", Menem debió vender la lujosa cupé deportiva y donar el dinero recaudado.

En tanto, el ex presidente Fernando De la Rúa fue denunciado penalmente y hasta llamado a declarar ante un juez por haber recibido unos jarrones chinos y una escultura que le regaló una empresa española con intereses comerciales en el país.

Néstor Kirchner fue homenajeado por su entonces par venezolano Hugo Chávez con la réplica del sable de Simón Bolívar y, más recientemente, Cristina Fernández de Kirchner recibió una computadora Apple de última generación, de manos del multimillonario mexicano Carlos Slim.

Mauricio Macri tampoco fue ajeno a estos regalos que hicieron historia, y recibió de manos de Juan Román Riquelme, una camiseta de Boca con el número 10, entre otros regalos que se acumulan en la Quinta de Olivos.