SE ACENTUARAN LAS POLITICAS PROTECCIONISTAS

Este año dominaron las mayorías silenciosas

POR CHRISTIAN REOS * 

Por enésima vez en el año, las encuestadoras y los principales conglomerados de medios no supieron, o no quisieron, ver la realidad que los rodea. La clase baja y media se revela contra el actual status quo, y probablemente las sorpresas continúen el año que viene en varias elecciones presidenciales europeas.
Siendo prácticamente un hecho el desmembramiento del Reino Unido de la Comunidad Europea (queda por ver si algún país más se suma), y con el gobierno estadounidense teniendo que cumplir aunque sea con alguna de las promesas electorales, el mundo acelerará el camino hacia un mayor proteccionismo. Veremos dentro de unos años si quienes votaron este cambio se benefician con ello, o eventualmente los puestos laborales manufactureros perdidos en el primer mundo son irrecuperables por el avance de la tecnología.

En Estados Unidos, Trump tendrá mayor probabilidad que Clinton de tener ciertas reformas aprobadas dado un Congreso absolutamente republicano, que a la vez debería funcionar como contrapeso ante alguna decisión presidencial eventualmente muy disruptiva.

Luego de un sacudón inicial, los mercados de riesgo reaccionaron positivamente. Pero la promesa de Trump de mayor endeudamiento, mayor gasto fiscal y baja impositiva, -que tendrá un efecto positivo de corto plazo- habrá que ver como deja parada a la economía norteamericana en el mediano plazo, en un mundo que no crece, y que posiblemente tendrá que acostumbrarse a mayor volatilidad ya que las herramientas de los Bancos Centrales pierden efectividad.

En conclusión, el fin de las elecciones norteamericanas no pone fin a la incertidumbre global, probablemente la acentúe, al menos hasta ver los primeros movimientos de Trump una vez que tome el mando del país más importante del globo.

Mientras tanto, la suba en la tasa de los bonos del Tesoro norteamericana por arriba del 2% anual juega en contra de los créditos de países emergentes, cuyos spreads contra la tasa libre de riesgo se habían reducido fuertemente a lo largo del año (es decir, la posición técnica no es de las mejores).

MERCADO LOCAL

En la Argentina, pensábamos que con la llegada de la primavera íbamos a ver algunos brotes verdes en la economía, pero parece que habrá que esperar directamente al año entrante para observar alguna mejora. Estadísticamente, con la caída de este año, un rebote numérico no debería ser difícil de lograr (dado que se mantendrá un elevado déficit fiscal), pero la incógnita es si la población logrará sentirlo.

Con las tasas largas subiendo a lo largo de todo el mundo, y en particular con los inversores sabiendo que la Argentina el año que viene emitirá más de u$s 20.000 millones, los bonos locales perdieron el atractivo que lograron conseguir, complicando las emisiones de ciertos corporativos y subsoberanos (previsoramente el gobierno nacional se apuró a emitir en las semanas anteriores). Para ver compresión de spreads de ahora en más probablemente el gobierno tenga que mostrar mejoras en el frente económico (descartadas ya las mejoras en el frente fiscal), condición básica además para encarar el año electoral y salir airoso.

En el mercado de renta fija las tasas que paga el Banco Central argentino continúan siendo atractivas, manteniendo anestesiado al tipo de cambio. Por lo tanto, para colocaciones en pesos seguimos prefiriendo el tramo corto de la curva.

Para colocaciones en dólares, vemos al tramo medio atractivo para devengar una tasa elevada (en comparación al resto del mundo) con volatilidad acotada. La reciente baja en el tramo largo puede generar un punto atractivo de entrada para quien esté dispuesto a tomar riesgo.

Los cupones atados al crecimiento conservan valor si se espera un rebote de la economía mayor al 3% para el año entrante. Recientemente, el gobierno parece poner en duda lanzar el collar para recomprar los títulos, por temor a juicios (el gobierno no quiere dar a conocer aún el año de empalme de la serie histórica de crecimiento, motivo por el cual creemos que el año que se elija tendrá que ser el favorable al inversor, justamente para no tener que sufrir embates judiciales en Nueva York).

En renta variable, nuestra preferencia está en las empresas de servicios públicos (Transener, TGS, Edenor) que podrían recibir subas tarifarias muy significativas (actualmente se están llevando a cabo las revisiones tarifarias integrales). En energía Pampa e YPF, entre las industriales seguimos prefiriendo a Siderar, en medios a Telecom, y en bancos estamos indistintos entre los tres principales: Galicia, Macro y Francés.

* Gerente de research de la consultora Allaria.