AHORRO NACIONAL ASUME RIESGO ARGENTINO, POR PRIMERA VEZ

El día después del blanqueo

El sinceramiento fiscal se perfila como un éxito. No sólo será un catalizador de la recuperación, sino que por primera vez una parte sustancial del ahorro argentino va a estar asumiendo riesgo argentino. Pero no será un cheque en blanco.

POR RODRIGO ALVAREZ *

Avanza el blanqueo de capitales y se confirman nuestras presunciones. Sobre la base de una confluencia única de factores proyectamos que el resultado final va a terminar siendo contundente. El logro va a terminar siendo un catalizador del proceso de recuperación que se inició muy incipientemente en el tercer trimestre y se va a acelerar con el correr de los meses.

Sin embargo, creemos que existen efectos permanentes del blanqueo que terminarán siendo mucho más relevantes y que aún pasan desapercibidos.

Desde Analytica venimos señalando que el blanqueo de capitales va a ser muy exitoso. El lunes se cerró la primera etapa que constituye la fecha límite de apertura de cuentas especiales para el ingreso de dinero en efectivo (pesos o divisas). Los resultados han sido contundentes: se abrieron más de 100.000 cuentas con un ingreso de no menos de u$s 4.500 M hasta la fecha, aunque el plazo para el depósito de los fondos se extendió hasta el 21 de noviembre.

El resultado es alentador, pues ésta etapa sólo apunta a captar los fondos no declarados en el país. El grueso de la exteriorización corresponde a los grandes ahorristas que mantienen sus saldos en el exterior. Allí es dónde radica la gran apuesta oficial.

OPORTUNIDAD UNICA

Existe una conjunción de factores que genera una oportunidad única: crecientes restricciones al movimiento del fondos no declarados en el exterior, un gobierno local que genera confianza en los inversores, bajísimos retornos de las carteras a nivel internacional y múltiples oportunidades de negocios en la Argentina, entre otros. Es por ello que estimados que el blanqueo va a superar holgadamente los u$s 60.000 millones.

Si este escenario efectivamente termina materializándose resulta clave, no sólo analizar el efecto stock, sino fundamentalmente el efecto que genera sobre el flujo de recursos de la economía. Gran parte del foco hoy está puesto en el efecto sobre la recaudación de éste primer shock de ingresos; es decir, el efecto inmediato del blanqueo. De esta forma, un porcentaje (que dependerá del mix de activos declarado y el monto promedio exteriorizado por contribuyente) va a ingresar a las arcas del Estado. Además, una parte de los fondos llegarán bajo la forma de financiamiento (bonos) o en fondos de inversión en proyectos de infraestructura (desde construcción hasta generación de energía).

No se trata de un efecto menor. Partiendo de un PBI en dólares que se ubica en torno de los u$s 550 mil millones, el blanqueo podría implicar un salto equivalente a 10% del PBI en la base imponible de la economía. ƒste constituye el verdadero efecto disruptivo. Un contribuyente que no tributaba por sus tenencias e inversiones no declaradas en el exterior ahora estará alcanzado.

De esta forma, no sólo tendrá que pagar el impuesto especial para exteriorizar sino también deberá afrontar, por ejemplo, un 35% sobre la ganancias que generen sus carteras. La alternativa para evitar ese costo es posicionar su portafolio en bonos soberanos o provinciales argentinos los cuales están exentos. Si la situación macroeconómica sigue evolucionando en forma positiva y la confianza de los inversores mejora, es muy probable que esta asimetría fiscal termine generando un mayor posicionamiento de las carteras en riesgo argentino.

GANA O GANA

En un mundo dónde los rendimientos colapsaron, el incentivo va a crecer con el tiempo. La ecuación es simple, puede recibir mucho más retorno con menor costo fiscal, a costa de un mayor -aunque decreciente- riesgo y una menor diversificación en sus activos. En cualquier caso, el Estado sale ganando, ya sea porque recibe un flujo mayor de impuesto o porque tiene una demanda potencial mucho mayor para su deuda. La baja del costo del capital, también es el punto de partida para la inversión en la economía real. Probablemente, la mayor disponibilidad de fondeo pronto se va a traducir en financiamiento fresco para nuevos proyectos en sectores que pueden ir desde los desarrollos inmobiliarios hasta energías renovables.

De la misma forma, las propiedades o cualquier otro bien registrable que exteriorice tendrá que tributar el impuesto a los bienes personales y las tasas e impuestos correspondientes cuando se realicen transacciones que deberán realizarse a valor de mercado.

En el balance final, el cambio estructural es que por primera vez una parte sustancial del ahorro argentino va a estar asumiendo riesgo argentino. Es el punto de partida para romper la lógica perversa: generar los flujos de ingreso en el país pero fugar los ahorro, sin ningún tipo de responsabilidad fiscal al exterior. En todos los países la base para el desarrollo del mercado de capitales es la confianza de las familias y empresas en hundir su ahorro en alternativas de inversión locales. Lógicamente, no se trata de un cheque en blanco. El ahorrista argentino fue presa de la voracidad política y los desmanejos económicos de forma casi cíclica. Es tiempo de pensar en un nuevo contrato que proteja y estimule el ahorro argentino en el mercado de capitales doméstico. Pero también es tiempo de que los inversores argentinos se comprometan con el desarrollo argentino, al menos bajo la forma de una mayor responsabilidad y transparencia fiscal.

* Director de la consultora Analytica.