"No creo que esto reaccione"

La caída de la demanda interna y las importaciones ponen en jaque a los industriales del calzado. La Cámara del sector creará la Marca País para alentar las exportaciones, anticipa Alberto Sellaro, su presidente. Las ventas mermaron 25% este año. Zozobra la cadena de pagos.

Frente a un mercado interno deprimido, con escasa demanda, y una plaza internacional que vende más de lo que compra, la única salida para la industria del calzado pasa por hacer sintonía fina y trabajar con esmero nichos predeterminados. La tarea no es sencilla e implica contemplar el largo plazo en un escenario económico que continúa siendo incierto.

Al menos los industriales zapateros dieron un primer paso: comenzaron a trabajar junto con la Universidad de Palermo en la creación de la Marca País, instrumento vital para instalar los productos allende las fronteras.

"Estamos elaborando la marca país con el calzado de cuero con valor agregado -explica Alberto Sellaro, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado-. La idea es formar un conjunto de empresas que puedan salir a buscar mercados de exportación, fundamentalmente en países limítrofes. Es poco lo que se exporta de calzado argentino, pero hay clientes cautivos".

-¿Cuáles son los principales destinos?

-Chile es el principal, tanto que el 40% de lo que se exporta desde Argentina tiene ese destino. Compran mucha moda de cuero, con el valor agregado que eso significa. Se está fabricando mucho para las marcas de primer nivel. También se envía parte de la producción a Uruguay y algo a Portugal. Uno de los casos más resonantes es que le vendimos zapatos de cuero fino a Italia. Los italianos nos compran el zapato de cuero argentino a 85 dólares el par, y allá en la vidriera cuestan 700 euros.

-¿Cuánto del total de la producción se comercializa en el exterior?

-Del total se exporta muy poco. En el período que va del 2012 al 2014 vendíamos 2 millones de pares por año, pero el mundo ahora está vendedor y no comprador. Hay que apuntar a los nichos específicos. Por ejemplo, le vendimos 2.000 pares de zapatos de tango a Japón. Ellos son muy detallistas y se fijan mucho en las costuras. También vendimos botas de polo a China. Hay que vender trabajo con valor agregado.

EN PICADA

-¿Cuánto cayeron las ventas este año?

-La venta en los locales cayó alrededor de un 25%, es algo tremendo. El gobierno hizo un acuerdo verbal con nosotros de fijar un techo de 24 millones de pares de zapatos importados por año. El tema es que si el mercado local tuviera una demanda sostenida, no deberíamos vivir este temblor, pero estamos muy complicados. Además, las fábricas ya terminaron la temporada de verano y los clientes, los comerciantes, han comprado menos. Preven que las ventas van a ser bajas.

-¿El calzado que se importa mayormente es el deportivo?

-Casi el 75% es calzado deportivo de las grandes marcas. Los chicos compran esa marca de zapatillas y no otros productos sustitutos. Con 22.700.000 pares importados estamos a full, pero hoy no se puede sostener. El mercado interno está funcionando muy mal. Hay negocios que apenas venden diez pares. No se abren casas nuevas, no hay expansión. El asunto es que cuando caen las ventas surgen los problemas con los cheques, la cobranza. Y si el comerciante no tiene capital, pierde todo y nos termina salpicando a nosotros.

-¿Temen una mayor apertura de la economía?

-Nos reunimos con el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y lo que se escucha es que quieren cuidar los puestos de trabajo, respetarlos. Veo mucha voluntad por parte del Gobierno, pero si el mercado no repunta, se vienen meses difíciles. En esta época los que tienen capital empiezan a cortar los productos de invierno, como el borcego. Pero hay una gran cantidad de fábricas con 10 o menos empleados que se la ven mal. Cuando no tienen capital de trabajo sólo pueden pensar en el día a día. Hoy los negocios no están pagando, hay una millonada de plata en la calle.

-¿El dólar debería estar más alto para desalentar las importaciones?

-Es muy fácil importar, sólo hay que tener un depósito, dos o tres personas y un chofer. Es un gran negocio, excelente si se tiene capital. Nosotros hacemos lo imposible por defender las fuentes de trabajo. Pero la verdad es que no creo que esto reaccione a futuro, no lo veo.

ESCUDO

-¿Se le pueden colocar normas técnicas a los importados para frenarlos, sin vulnerar las reglas de la OMC?

-Se puede aplicar y de hecho estamos trabajando sobre eso en el INTI. Pero existe una dualidad. Si uno le aplica la norma técnica al importador, también lo tiene que hacer en el mercado interno. Cuando esto ocurre, el importador se acomoda rápidamente en una semana, pero las pymes del mercado interno no.

-¿De dónde viene el calzado importado?

-Brasil metió 6 millones de pares de los 20 que entraron. Pero ellos son vivos y dicen: si no exportamos a la Argentina no tenemos trabajo. ¿Y nosotros qué? La importación no es ilícita pero hay que tener criterio.

-¿Cuánto empleo genera la industria del calzado?

-Alrededor de 45.000 empleos directos y 80.000 si tomamos la cadena de valor. Trabajamos con ocho subsectores, como el metalmecánico para todo lo que es cortado, que nos provee el acero templado; los gráficos que nos hacen las etiquetas y cajas; los químicos, que nos venden el adhesivo; y los textiles.

-¿Qué insumos se encarecieron más desde la devaluación?

-Los valores del verano son 10% más que el año anterior. Hace un mes el cuero valía 380 y ahora cuesta 350. Tiene mucho que ver la cadena proveedora y el precio del dólar para la terminación del cuero. Todo eso es importado.