El presidente de Temperley admitió que podría renunciar por presiones de la barra brava

Hernán Lewin, uno de los integrantes de la nueva camada de directivos de fútbol que logró arreglar la situación económica del club sureño, dijo que prefiere tener una vida tranquila a la de tener que llegar "al club mirando de reojo".

El presidente de Temperley, Hernán Lewin, reveló que está dispuesto a renunciar a su cargo si persisten presiones de la barra brava del club, como atribuyó lo ocurrido el sábado último cuando integrantes de la pesada tribunera se subieron al alambrado y cantaron en su contra.

"Yo no voy a convivir con la barra. Mi decisión es que yo no me voy a quedar a pelear. Si tengo que pelear yo estoy afuera. Yo no soy Cantero", sostuvo Lewin en un reportaje por TyCSports.

El dirigente, uno de los integrantes de la nueva camada de directivos de fútbol que logró arreglar la situación económica del club sureño, dijo que prefiere tener una vida tranquila a la de tener que llegar "al club mirando de reojo". 

Lewin se abstuvo de precisar por qué de la presión de los barras insultándolo y haciéndose notar al subirse al alambrado durante el partido ante Independiente.

"Se imaginarán que para pedir obras en el club no es", sostuvo y se disculpó en profundizar sobre el tema.

Dejó entrever que en la semana tendrá reuniones y señaló que de ella podría determinar sus pasos.