El Gobierno derogó el programa Argentina Sonríe, que dirigió la esposa de Máximo

Lo hizo después de las sospechas por irregularidades en el manejo de fondos públicos.

El Gobierno decidió que Argentina Sonríe no estará más en vigencia. El plan del ministerio de Salud que demandó 223 millones de pesos, está rodeado de irregularidades según detectó la actual gestión después de realizar una auditoría donde se aseguró que hubo “desvíos en la ejecución de metas, incumplimientos en los convenios con universidades y rendición de fondos”. 

La resolución ministerial indica que el programa que condujo la esposa de Máximo Kirchner, "no alcanzó a dar cumplimiento con las políticas públicas de salud establecidas al momento de su creación" señalando que se dirigió a poblaciones que no eran "vulnerables, habiéndose desarrollado en provincias con un bajo índice de infecciones bucales y alta cobertura de la salud".

La cabeza del plan era Rocío García "se hacía lo que ella decía”, resalta el documento del área de Salud y allí indican el direccionamiento de las campañas al sur. 

​“El programa no cuenta con convenios con la provincia o con los municipios (de Santa Cruz), ni con estudios epidemiológicos para saber el acceso a la salud de dichas poblaciones, dependía de las relaciones e las autoridades políticas usando los operativos sanitarios para las campañas de 2015”, indica el relevamiento oficial.

Así, tal como señala la resolución ministerial que deroga el programa, de las provincias del país donde debía llegarse con Argentina Sonríe sólo tres se vieron beneficias entre ellas Santa Cruz.

Para las campañas se firmaron convenios por $ 150.500.000 con la universidad Nacional de Chaco, la de Entre Ríos, San Martín y la UTN de Río Gallegos.

Esta cifra está bajo sospecha por falta de rendición, y rendiciones irregulares que no se condicen con los gastos. La UTN de Río Gallegos recibió $ 43 millones y sólo rindió $ 2,7 millones.