El concesionario de la terminal de micros de Retiro admitió el pago de un alquiler a Ricardo Jaime

"Eran 3.000 pesos por mes, eso no es una coima", dijo el empresario Néstor Emilio Otero a los periodistas, en los pasillos de los tribunales federales de Comodoro Py 2002 al salir de una audiencia de declaración indagatoria en el juzgado federal 2, cuyo titular es el juez Sebastián Ramos.

Néstor Emilio Otero, que desde hace 23 años tiene la concesión de la Terminal de Ómnibus de Retiro, reconoció hoy que le pagó el alquiler de un departamento en Buenos Aires al kirchnerista Ricardo Jaime cuando era secretario de Transporte de la Nación.

"Eran 3.000 pesos por mes, eso no es una coima", dijo el empresario a los periodistas, en los pasillos de los tribunales federales de Comodoro Py 2002 al salir de una audiencia de declaración indagatoria en el juzgado federal 2, cuyo titular es el juez Sebastián Ramos.

Por el pago del alquiler del departamento al jefe de la Secretaría de Transporte que debía controlarlo, Otero ya fue condenado en un juicio abreviado y debe cumplir una "probation", mientras Jaime resultó condenado a un año y medio de cárcel. 

El empresario, que también tiene la concesión de las terminales de ómnibus de Villa Soldati, Mar del Plata, La Plata y Bahía Blanca, amenazó a una periodista que le hacía preguntas con "meter el grabador por el culo" y desafió al grupo con que "si vienen abajo yo me peleo con ustedes".

En el juzgado, Otero se limitó a entregar un escrito de descargo ante Ramos, que investiga supuestas irregularidades en la extensión del contrato de concesión de la Terminal de Retiro, de 2006 hasta el 31 de mayo de 2016, que le hizo Jaime.

Tanto Jaime como su sucesor en la Secretaría, Juan Pablo Schiavi, también están citados a indagatoria en esta causa para que hagan sus descargos ante la imputación de supuestas irregularidades en los convenios.

Jaime, que está alojado en la prisión federal de Ezeiza, ya acumula tres condenas de cárcel, con un apena unificada de seis años, y más de una decena de imputaciones en otras causas penales, a la vez quedó involucrado en el megaescándalo de las coimas en Brasil, donde están sospechadas las empresas Odebrecht y Petrobras.