Curas villeros aseguraron que al sacerdote Viroche lo mató la mafia del narcotráfico

Los sacerdotes de la pastoral en las villas de emergencias porteñas y bonaerenses advirtieron que a estas "mafias" los moviliza "el deseo de acumular dinero, sin importarles que esté salpicado de sangre inocente" y "sin importarles el dejar hipotecadas vidas de niños y niñas, adolescentes y jóvenes".

Los "curas villeros" de la región metropolitana de Buenos Aires aseguraron hoy que al sacerdote tucumano Juan Viroche lo mató "la mafia" del narcotráfico que él denunció y por la cual fue amenazado, pese a que hay cada vez más indicios orientados a la hipótesis de un suicidio.

Los sacerdotes de la pastoral en las villas de emergencias porteñas y bonaerenses advirtieron que a estas "mafias" los moviliza "el deseo de acumular dinero, sin importarles que esté salpicado de sangre inocente" y "sin importarles el dejar hipotecadas vidas de niños y niñas, adolescentes y jóvenes".

"A medida que pasan los días crecemos en la certeza de que al padre Viroche lo mató la mafia que él denunció y por la cual fue amenazado", aseveraron en un comunicado. 

En tanto, el fiscal Diego López Avila, a cargo de la investigación de la muerte de Viroche, avanzó sobre la hipótesis del suicidio e intenta dilucidar si fue un suicidio inducido o no, y en el caso afirmativo, quiénes lo instigaron.

Fuentes judiciales informaron que se siguen dos líneas investigativas: una apunta a la pista narco y la otra a la sentimental.

Los curas villeros insistieron, en cambio, en apuntar contra "la mafia" del narcotráfico y afirmaron que "la mafia es como una mancha de aceite que lo invade todo, no hay institución a la que no pueda alcanzar. Y le seduce todo lo que de alguna manera detente poder".

Asimismo, pidieron "no confundir la mafia del narcotráfico con dos pibes jóvenes que usan visera". Los curas villeros sostuvieron que "la mafia busca complicidades a través de la corrupción" y alertaron que "la corrupción es proselitista, crece, contagia, se justifica y llega un tiempo en el que se terminan sacrificando al dios dinero las convicciones de toda una vida, amistades, la propia familia".

"Con una mirada creyente podemos decir que todos tenemos pecados, lo que no podemos permitirnos como sociedad es dialogar con la tentación de la corrupción en sus distintas formas. Si lo hacemos estaremos aportando el caldo de cultivo para que se consoliden las mafias en nuestra querida patria", advirtieron.

El documento lleva las firmas de los sacerdotes José María Di Paola (Villa La Carcova, partido bonaerense San Martín), responsable episcopal de la Comisión Nacional de Drogadependencia; Gustavo Carrara (Villa 1-11-14, barrio porteño de Flores); Lorenzo "Toto" de Vedia (Villa 21-24 y Zavaleta, Barracas); Guillermo Torre (Villa 31 de Retiro); y otros cuarenta sacerdotes que trabajan pastoralmente en asentamientos porteños y bonaerenses.

El 5 de octubre Viroche apareció ahorcado en la parroquia Nuestra Señora de la Nuestra Señora del Valle, de la localidad tucumana de Ingenio La Florida, después de haber denunciado el avance del narcotráfico y haber sido amenazado.

La pericias revelaron que no hay indicios de la intervención de otras personas en el hecho. Los vecinos del lugar se manifestaron varias veces en esa localidad tucumana para reclamar justicia y ratificaron que el sacerdote recibió amenazas de muerte por sus denuncias contra bandas dedicadas a la venta de drogas, por lo que había pedido al arzobispado de Tucumán su traslado.