La fiscalía pidió la imputación para las monjas que recibieron a José López en el monasterio

El fiscal Moldes solicitó que se revoque el sobreseimiento de la religiosa Celia Inés Aparicio, resuelto por el juez Rafecas, y que dicte su procesamiento. También pidió que sean imputadas las monjas María Antonia Casas y Marcela Estefanía Albín, quienes hasta ahora sólo son testigos.

 

Tres de las monjas del monasterio de General Rodríguez, en que el ex secretario kirchnerista de Obras Públicas José López quiso esconder casi 9 millones de dólares, afrontan pedidos de la Fiscalía de procesamientos e imputaciones.

Así lo informaron fuentes judiciales y precisaron que el fiscal fedederal ante la Cámara Federal, Germán Moldes, solicitó a la Sala Dos que revoque el sobreseimiento de la religiosa Celia Inés Aparicio, resuelto por el juez federal Daniel Rafecas, y que dicte su procesamiento. También pidió Moldes que sean imputadas las monjas María Antonia Casas (76 años) y Marcela Estefanía Albín (38), quienes hasta ahora sólo son testigos. 

"La promiscuidad de las acciones desplegadas por las hermanas y López, se condice con igual situación respecto a la existencia en el mismo predio de esta suerte de Convento con Monasterio", alertó el funcionario del Ministerio Público.

Y alertó sobre las "ambiguas finalidades y funciones" entre un convento y un monasterio por "diferir entre sí" así como observó que "la existencia en ese lugar de un sector destinado al retiro espiritual, nada tiene que ver con los acontecimientos aquí pesquisados".

La monja superiora, Alba Día de España Martínez Fernández (95 años), fue declarada inimputable y sobreseída en el expediente.

El sobreseimiento dictado por Rafecas se basó en el diagnóstico hecho, en agosto pasado, por una junta médica -dos médicos y una psicóloga forense- que revisaron a la monja y concluyeron que "no se encuentra en condiciones psicofísicas para enfrentar un proceso penal". Los profesionales dictaminaron que Martínez Fernández "se encuentra desorientada, particularmente en tiempo; el conocimiento de hechos concernientes a sí misma se mantiene, pero es parcial, fragmentado e incompleto".

Y consideraron que esos problemas "son los propios de un trastorno cognitivo moderado-grave, y corresponden a un estado demencial en estado moderado", por lo que, añadió, "no tendría memoria y otras funciones cognitivas suficientes para responder con veracidad a las preguntas efectuadas".

La monja "no se encontraría en condiciones de declarar con discernimiento o introspección razonables", ni "poseería cognición suficiente para comprender y poder interactuar coherentemente", concluyeron, en coincidencia con un dictamen anterior del Cuerpo Médico Forense.

La religiosa era la jefa del monasterio en que el ex secretario kirchnerista de Obras Públicas trató de esconder, el 14 de junio último, bolsos y valijas que contenían 8.982.047 dólares, 153.610 euros, 159.114 pesos y dos relojes y una carabina.

Su declaración era considerada decisiva por el fiscal federal de primera instancia, Federico Delgado para determinar si las otras dos monjas, Casas y Albín, "mintieron al prestar declaración testimonial y también formaron parte del encubrimiento" a López.

En el decurso de la investigación, el juez procesó a López por "enriquecimiento ilícito" y lo embargó por 200 millones de pesos"