Otro enigma para el comisario

El escritor italiano Andrea Camilleri vuelve con una nueva entrega de su saga protagonizada por Salvo Montalbano. Un caso sencillo que se complica y donde el investigador resulta salpicado.

Una voz en la noche

Por Andrea Camilleri
Salamandra. 220 páginas

Tiene cerca de noventa años, pero Andrea Camilleri conserva una envidiable lucidez. Queda absolutamente demostrado en Una voz en la noche esta nueva entrega de su comisario Salvo Montalbano que vuelve más escéptico y pesimista que nunca. No tantos como su creador pero Montalbano va cumpliendo años. En esta novela cumple cincuenta y ocho, lo que no le hace ninguna gracia.

De hecho, ha olvidado la fecha y cuando lo llama Livia -su pareja, con la que mantiene una singular relación en la distancia-, para felicitarle, se pone de un humor de perros. Y más todavía cuando conduciendo tiene un altercado con un imprudente joven, que es el hijo del presidente provincial.

Pero no tiene más remedio que afrontar un nuevo caso, que resultará bastante enrevesado, y en el que se cruzan varias tramas en apariencia separadas, pero que, naturalmente, tienen mucho que ver, y pondrá a prueba su profesionalidad, astucia e instinto.

Todo comienza cuando en la ciudad de Vigˆta -escenario de toda la serie y se supone un ficticio de Porto Empedocle, la ciudad siciliana donde nació Camilleri-, se produce un extraño robo en un supermercado que controlan los Cuffaro, una de las familias más poderosas de la mafia local. Todo apunta a que el jefe del establecimiento, Guido Borsellino, fue quien preparó el robo. Montalbano y sus hombres le someten a un duro interrogatorio para que confiese. Poco después, Borsellino aparece muerto, dando la impresión de que se ha suicidado y que a ese fatal desenlace contribuyó el interrogatorio, por lo que Montalbano es cuestionado por la opinión pública.

Las cosas, sin embargo, se complican un paso más. Porque, claro está, Borsellino no se suicidó, sino que fue asesinado. Como lo fue, brutalmente acuchillada, Giovanni Strangio, la novia del joven con el que Montalbano tuvo el incidente de tráfico. El puzzle está servido y preparado para que Montalbano -llamado así como homenaje de Camilleri a Manuel Vázquez Montalbán, creador de otro singular detective, Pepe Carvalho-, lo resuelva y nos lleve por los vericuetos de una investigación llena de obstáculos que deberá ir sorteando.