Ocaña sospecha que el juez Casanello "no quiere llegar a la verdad"

La legisladora porteña dijo sospechar que el magistrado está dirigiendo la investigación hacia "algunos hechos y no a la totalidad". Indicó que le llama la atención el hecho de que el juez "ahora descubra cosas que tenía en el expediente desde 2014, pero también cosas que tenía en el expediente desde el 2013".

La legisladora porteña Graciela Ocaña (Confianza Pública) estimó hoy que el juez federal Sebastián Casanello "no quiere llegar a la verdad" en la causa Lázaro Báez y dijo sospechar que el magistrado está dirigiendo la investigación hacia "algunos hechos y no a la totalidad".

Ocaña indicó que le llama la atención el hecho de que el juez "ahora descubra cosas que tenía en el expediente desde 2014, pero también cosas que tenía en el expediente desde el 2013" y que había investigado el fiscal José María Campagnoli, como la forma en que reingresaba el dinero que primero Báez había sacado del país.

También la ex funcionaria del gobierno de Cristina Fernández marcó que le inquieta "la seguridad" con que Casanello dice "que la propia ex Presidenta" Cristina Fernández, aún después de la declaración del "arrepentido" Leonardo Fariña, "no tiene que ver en el expediente". 

Por radio Mitre, Ocaña especuló que para ella "es como que (el juez) está desviando hacia investigar sólo algunos hechos y no la totalidad" y "no quiere llegar a la verdad" del asunto.

La actual legisladora de la ciudad de Buenos Aires recordó que tiempo atrás solicitó al Consejo de la Magistratura "que se evalúe toda esta causa porque creo que hay muchas irregularidades".

Ocaña confesó estar "muy indignada" porque el circuito del dinero que Báez sacaba del país hacia cuentas en Suiza a nombre de sus hijos lo había denunciado en la Justicia junto a Manuel Garrido en 2014, momento en que -destacó- "la plata estaba" y ahora "la plata ya no está".

"Me indigné mucho cuando leí los procesamientos de Báez y otros involucrados. Allí están todas las pruebas que se requieren", apuntó y estimó que "era muy fácil" comprobar que esas tres cuentas en Suiza no estaban declaradas en la Argentina.

Precisó que la demora que tuvo la tramitación del expediente llevó a "perder los 15 millones de euros, que eran 20 y pico millones de dólares, que estaban bloqueados y que podrían haberse recuperado para la Argentina".

Ocaña sostuvo que una falla del juez Casanello es que "investigó como delito precedente la evasión impositiva que no es un delito ni en Uruguay, ni en Suiza, ni en Estados Unidos, donde habría pasado el dinero", lo cual para ella "es bastante escandaloso".

A su vez, indicó que Casanello "hoy tiene un informe de Vialidad que es contundente" y que hace sospechar que el origen del dinero no declarado de Báez "es de una defraudación al Estado", que sería el delito precedente que tanto para Suiza, Uruguay y Estados Unidos "si equivale a un delito" y "entonces puede haber colaboración" para desentrañar la trama.

También puntualizó que con Garrido denunció al ex canciller Héctor Timerman porque en el Ministerio "había un lugar de encubrimiento por este manejo de los exhortos, en esta causa y en otras causas, pero en esa causa los exhortos que nunca de tramitaban de Uruguay".

Además, la legisladora marcó que este año se aportó "un detalle de 35 páginas donde hay muchos movimientos" de cuentas en paraísos fiscales vinculadas a personas que eran buscadas por abogados de los fondos buitre "y hay saldos de hasta 200 millones de dólares" que sostuvo que "la Argentina debería hacer un esfuerzo para recuperar".

Respecto de las declaraciones que hizo Aníbal Fernández al diario "Clarín" sobre la importación de efedrina y precursores químicos, Ocaña coincidió en que la responsabilidad de controlar el ingreso de las sustancias era el SEDRONAR.

Sin embargo, hizo notar que en la entrevista el ex entonces ministro y colega de gabinete cuando ella estaba al frente al Ministerio de Salud "quiere hacerse como que hizo algo que no hizo".

Ocaña aseguró que cuando llegó a la cartera fue ella quien puso la lupa en la importación desmedida de efedrina y ordenó cerrar "una enorme cantidad de droguerías, entre ellas dos o tres de (Sebastián) Forza", una de las víctimas del triple crimen de General Rodríguez.

"En realidad Fernández quiere hacerse dueño de un trabajo que hicimos desde el Ministerio de Salud", resaltó y señaló que el ex ministro "lo que no explica es por qué teniendo aviso desde 2006, 2007, no convenció" a quien estaba entonces en la cartera de Salud para "tomar esa decisión que dice que tomó".