El acusado de matar a Micaela siguió buscando víctimas después del crimen

Tenía cuatro perfiles falsos en Facebook y más de 1700 contactos, casi todas niñas menores de edad. El joven después de haberle confesado a un policía el femicidio de Micaela Ortega, mientras lo acompañaba al lugar donde se encontraba el cuerpo, se negó a declarar ante el fiscal Rodolfo De Lucía y fue trasladado a la cárcel de Saavedra.

Jonatan Luna, el tucumano que estaba prófugo de la justicia de Río Negro y que ahora volvió tras las rejas, no se detuvo ni siquiera después de haber matado a Micaela, la nena que todo Bahía Blanca buscó durante 35 días. A ella la golpeó y la estranguló, pero después se comprobó que chateó en Facebook con al menos otras 3 chicas buscando engañarlas también desde un perfil falso.

Tenía cuatro, y un total de 1.700 contactos de los cuales el 90 por ciento eran nenas de la edad de Micaela. En algunos usaba su verdadera identidad y se mostraba ansioso por relacionarse. En otros, como el que usó con la víctima, se hacía pasar por una chica.

Le podría haber pasado a cualquiera. De hecho, una de las nenas que estuvo en peligro sin saberlo es la hija de un policía. Los familiares fueron alertados inmediatamente a raíz de la investigación que se inició el sábado, cuando se supo la noticia. 

Esposado, fuertemente custodiado y con chaleco antibalas, Jonatan Luna llegó el lunes por la mañana a la fiscalía de Bahía Blanca. Después de haberle confesado a un policía el femicidio de Micaela Ortega, mientras lo acompañaba al lugar donde se encontraba el cuerpo, se negó a declarar ante el fiscal Rodolfo De Lucía y fue trasladado a la cárcel de Saavedra. 

La causa fue caratulada como homicidio agravado por alevosía y violencia de género.