La necesidad de vivir organizadamente, sin sobresaltos y con diálogo son para Adrián Pérez cuestiones centrales

‘"Hay hartazgo con ciertas prácticas"

El titular de la Secretaría de Asuntos Políticos y Fortalecimiento Instituciona, Adrián Pérez, propone implementar herramientas que sumen a la dinámica social. El acceso a la información pública y la reforma electoral, a la cabeza.

Soplan vientos de cambio en los distintos aspectos en que pueda pensarse a la sociedad argentina. En su búsqueda de aggiornamiento, las instituciones precisan hacerse de nuevos recursos, o presentar nuevas versiones de sí mismas.

En esa línea, y para conocer un poco más al respecto, Adrián Pérez, titular de la Secretaría de Asuntos Políticos y Fortalecimiento Institucional, dependiente del Ministerio de Interior, compartió sus reflexiones con La Prensa.

- ¿Qué rol cumple Carrió en la política actual? ¿Se valora distinto su mensaje?

- Son mensajes devenidos en acciones, denuncias concretas. Conozco bien cómo se dio ese proceso, que fue de mucho trabajo e investigación. Pone en evidencia su valentía para denunciar en un momento difícil; y el serio problema de la Justicia Federal, que avanza si hay pérdida de poder político y no lo hace cuando los funcionarios están firmes. Se corroboró que lo que ella planteaba con vehemencia y documentación hoy tiene mucho asidero. Hay una reivindicación de su trabajo y de su coraje.

- ¿Le sumó o la perjudicó esa vehemencia en el proceso de credibilidad social?

- Son estilos. Ella mantuvo su personalidad y, sobre todo, su convicción. Y lo hizo, en un principio, en mucha soledad. La acompañábamos como bloque político pero, indudablemente, ella planteó con claridad por dónde pasaba la corrupción kirchnerista. Identificó la matriz y la describió muy bien.

- ¿Qué le pide el ciudadano a las instituciones?

- La relación ciudadanoinstitución nos lleva a trabajar hoy sobre dos grandes ejes: el acceso a la información pública, sobre lo que prontamente vamos a tener ley; y la reforma electoral. Con eso, y con otros temas en carpeta, profundizamos en la agilidad y el fortalecimiento institucional.

- ¿Qué escenario institucional encontraron al asumir?

- Había un grado de degradación muy fuerte en cada una de las áreas. Los órganos de control habían pasado a ser de complicidad o habían sido intervenidos; los que tenían que designar jueces independientes, ubicaban jueces amigos. Ese es el camino hay que desandar.

- ¿Qué país relega la corrupción, en cuanto a servicios y obra pública?

- El de la transparencia. Creo que, para adelante, este Gobierno está marcando una línea importante. La contracara de la corrupción es siempre la pobreza, las escuelas y los hospitales que faltan. Hay un desafío como sociedad para ser un país desarrollado; para eso, obviamente, hay que usar bien los recursos, que son de la gente.

- ¿Nota que la sociedad hoy pide transparencia antes que otras cosas?

- Sí. Y el Gobierno está dando una respuesta correcta, en términos institucionales. Buscamos la ley de Acceso a la Información Pública, que fue apoyada por todos los bloques parlamentarios. Es una ley de transparencia activa respecto de los tres poderes, las universidades, los partidos políticos, los sindicatos, y todo organismo que use fondos públicos. Obliga a difundir licitaciones, certificaciones, ejecución de obras. Y se está buscando un procedimiento especial de publicación de pliegos para obra pública.

- ¿En qué tiempo calendario estará vigente esta ley?

- Hay un año para la implementación, porque la ley es ambiciosa respecto de los roles del Estado: contestar en quince días; publicar contratos de personal, obras, locaciones de servicios, ejecución presupuestaria, declaraciones juradas de los funcionarios.

- ¿Puede hablarse también de mayor transparencia en el ámbito legislativo?

- Eso cambió, y se ve. Las leyes han tenido modificaciones, hay intercambio.

- ¿Son aires que además impactan en la Justicia? - No lo dudo. Este Gobierno puso las cosas en su lugar, plantea que la Justicia debe ser independiente; toma medidas concretas en cuanto a transparencia y corrupción.

- ¿Qué espera la gente de la política?

- Creo que la mayoría hoy espera más diálogo, respeto por el otro; más tranquilidad, menos confrontación. La gente está esperando que la política resuelva problemas, y que lo haga de una forma razonable; que haya cooperación, aun entre diferentes colores políticos.

- Otro proyecto sobre el que trabajan es el de la reforma electoral...

- Hablamos con todas las fuerzas políticas, jueces electorales, la sociedad civil y académicos. En quince o veinte días presentaremos un proyecto que comprende la boleta única electrónica; las capacidades de la Justicia para implementar nuevas tecnologías; la obligatoriedad del debate presidencial; una restricción del uso de la cadena nacional en campaña; además de dotar a la Justicia de herramientas para controlar el financiamiento de los partidos políticos; busca el fin de las colectoras y de las candidaturas múltiples. Planteamos tener la reforma completa en 2019.

- ¿Qué le dejan, en concreto, las últimas elecciones?

- Hicieron de antesala para plantear esta reforma. A esta altura, tenemos que poder votar confiando en el sistema, sin acarreos de gente, sin clientelismos. La ciudadanía se hartó de ciertas prácticas.

PRIMERO LO MACRO

-¿Cómo mide el ánimo social, a cinco meses de la gestión macrista?

- Hay una ciudadanía con mucha expectativa y esperanza, y con acompañamiento. La gente sabe, sin embargo, que es un momento difícil, de esfuerzo. Se sabe que partimos de 7 puntos de déficit; 30 de desocupación; un nivel altísimo de indigencia; una economía que no creció en 4 años y que en el último tiempo empezó a decaer; un tipo de cambio poco competitivo que ahogaba a los exportadores. Había que resolver un tema macroeconómico muy grande. Salir de eso no iba a ser sencillo. Tenemos la dificultad de la inflación. Pero también aparecen medidas sociales que hacen de colchón en este proceso de transición.

- ¿Cómo se digiere lo macro de un país cuando los despidos atragantan?

- La transición lleva a que, mientras se ordena la macro, comienzan las inversiones y la generación de empleos. Y así comienza a andar la rueda del crecimiento. La ciudadanía sabe que es un momento complicado pero tiene esperanza de que haya buenas condiciones económicas para que el motor sea el empleo. Eso lo valoramos.

- ¿Fue precipitado el aumento de tarifas antes de que impacten las paritarias?

- Se evaluó que había que tomar medidas para que la cosa no se profundizara. Veníamos con un nivel de inflación muy alto y una gran presión económica. Había que ordenar esa macro, ante la posibilidad de que el camino fuera una inflación aún mayor. Hay medidas que sólo se entienden en el contexto difícil en el que se heredó el país.

- ¿Somos un país federal?

- Tenemos un problema enorme de distribución de recursos, que siguen muy concentrados en la Nación. Y tenemos una mala ley de coparticipación. Somos un país federal, pero con muchas responsabilidades en las provincias y con insuficientes recursos para que éstas las asuman.

- ¿Cuál es el ideal de relación entre la Nación y las provincias?

- Tiene que haber un esquema automá- tico de distribución de recursos, con el menor nivel de discrecionalidad posible; con una relación normal, más allá de los colores políticos. Creo que vamos hacia ese lugar.