Fue el productor que recomendó a la compañía EMI la contratación de la legendaria banda de Liverpool

Murió George Martin, el quinto Beatle

La noticia fue confirmada inicialmente por el baterista Ringo Starr, a través de su cuenta de Twitter, donde publicó una foto en blanco y negro del productor con los Beatles, junto a una leyenda que decía "gracias por todo tu amor y bondad. George te extrañaremos".

George Martin, histórico productor de los Beatles, quien recomendó a la compañía EMI la contratación de la legendaria banda de Liverpool y modeló su sonido, murió anoche a los 90 años, en Londres, por causas que no fueron informadas.

La noticia fue confirmada inicialmente por el baterista Ringo Starr, a través de su cuenta de Twitter, donde publicó una foto en blanco y negro del productor con los Beatles, junto a una leyenda que decía "gracias por todo tu amor y bondad. George te extrañaremos" y un segundo mensaje en el que saludaba a la viuda del productor,Judy Lockhart-Smith.

Minutos más tarde, lo hizo la propia compañía CA Management, a través de uno de sus fundadores Adam Sharp, quien informó que Martín había fallecido "pacíficamente en su casa ayer a la noche".

A pesar de su inconmensurable aporte a la obra del cuarteto de Liverpool, Martín mantuvo un bajo perfil, al punto de limitar su trabajo sólo a la labor en el estudio, sin inmiscuirse en giras o cuestiones relacionadas con la imagen pública del grupo.

Por este motivo, el propio Martin rechazó siempre el calificativo de "quinto beatle", al afirmar que había "otras personas, como el asistente Neil Aspinall, quienes merecen ese título".

Su trabajo revolucionó la música pop por la inclusión de arreglos orquestales y las innovaciones tecnológicas aplicadas en obras como "Sargent Pepper's Lonely Hearts Club Band". 

Además de su labor con los "fabulosos cuatro", el productor aportó su talento para una gran cantidad de artistas como Elton John, Pete Towshend, Dire Straits, Kenny Rogers, Stevie Wonder, Michael Jackson, entre otros; como así también para la banda de sonido de la saga de películas de James Bond.

En 1996 fue nombrado Caballero del Reino Unido en reconocimiento a su aporte a la cultura popular británica y a la industria cultural.

Nacido en Londres en 1936, en el seno de una familia de clase obrera, el productor desarrolló desde muy chico su interés por la música a través de estudios de piano y oboe, lo que lo llevó en plena adolescencia a dirigir algunas orquestas de baile de salón.

En 1950 ingresó a EMI y, hacia 1955, obtuvo un cargo en Parlaphone, uno de los sellos subsidiarios de la compañía, en donde se dedicó a buscar nuevos talentos. Hasta 1962, los mayores logros de Martin habían sido grabar discos de algunos humoristas como Peter Sellers y Spike Milligan.

Sin embargo, este trabajo fue el que le hizo ganar la admiración de los integrantes del cuarteto de Liverpool desde un primer momento, quienes gustaban de este tipo de grabaciones.

En julio de 1962, el manager Brian Epstein le acercó unas cintas de prueba de los Beatles, que despertaron el interés del productor, quien a pesar de no sentirse deslumbrado por el material, vislumbró el potencial del grupo.

En medio del furor que había provocado Cliff Richard and The Shadows, la estrella del momento en el sello EMI, el productor estimó que los Beatles estaban en condiciones de repetir el suceso. Sin embargo, pronto se dio cuenta que el cuarteto tenía su propia personalidad y que en su formación una voz principal que se destacara.

Los primeros contactos personales entre Martin y los Beatles fueron fundamentales para la buena relación que iban a mantener a lo largo de los años. El directivo apreció la desfachatez y la avidez de los músicos por conocer cuestiones técnicas relacionadas con la labor de estudio.

El productor también fue determinante a la hora de decidir el reemplazo del hasta entonces baterista Pete Best, al notar que no cuajaba con el resto del grupo, tanto en el plano musical como en el personal.

En este contexto, Martin contrató a un sesionista llamado Alan White para la grabación de "Love me do", pero los Beatles llegaron al estudio con Ringo Starr y, tras algunas pruebas, aceptó el cambio.

En los primeros años del grupo, el productor apuntaló el trabajo compositivo de John Lennon y Paul McCartney, en momentos en que no era habitual que las bandas escribieran sus propias canciones.

Su figura fue tomando mayor relieve a medida que el cuarteto expandía su creatividad con novedosas pero, hasta el momento, impracticables ideas. En este sentido, cabe destacar los arreglos de cuerdas de canciones como "Yesterday" o "Eleonor Rigby", el uso de una trompeta piccolo en "Penny Lane" o de un piano isabelino en "In my life". 

Según testimonios de Lennon y McCartney en diversas ocasiones, Martin era el "traductor" de las ideas que ellos tenían pero no podían llevar a cabo por desconocimiento técnico. "George era importante porque podíamos decirle 'acá quiero que suene como Bach' o cualquier cosa de esas y él las entendía", dijo Lennon en una nota de 1971 a la revista Rolling Stone.

Al respecto, el productor estaba acostumbrado a los llamados a cualquier hora de la noche de John o Paul porque se les había ocurrido una idea y mostraba predisposición para ir al estudio a trabajar sobre ello.

Pero las principales innovaciones de Martin en técnicas de grabación aparecieron en la segunda mitad de los '60, cuando los Beatles iniciaron una etapa de experimentación en los estudios, en gran parte impulsada por el consumo de ácido lisérgico, la droga de moda en aquellos años.

"Quiero un sonido que surja de la nada y llegue hasta el fin de los tiempos", fue el vago pedido de Lennon para "A day in the life", que el productor resolvió con indicaciones a una orquesta para que toque lo que se le ocurra, dentro de un rango determinado de notas.

Otro memorable aporte fue el organillo psicodélico que se escucha en "Being for the benefit of Mr. Kite", en donde tomó una cinta con música de calesita, la cortó en pedazos de 30 centímetros y las mezcló al azar. 

Hacia finales de la carrera de los Beatles como grupo, cuando sus integrantes habían desarrollado un ego difícil de controlar, Martin continuó siendo la única persona a la cual escuchaban, obedecían y respetaban. 

De hecho, tras la frustrante experiencia de "Let it be" y sus caóticas sesiones, cuando el final era inminente, los cuatro de Liverpool aceptaron acatar las estrictas órdenes del productor para grabar un último disco a la altura de lo que la trayectoria del grupo merecía. El resultado fue el soberbio "Abbey Road".

Tras la disolución del cuarteto, en 1970, Paul McCartney fue el beatle que más requirió los servicios de Martin, quien trabajó en "Live and let die", "Ebony and ivory" y "Say, say, say", entre otras grabaciones.

Martin y los Beatles volvieron a unirse en 1995 para la serie "Anthology", definitiva compilación de outtakes de la banda de Liverpool, editada en tres discos dobles, y de un documental con la historia del grupo, que consta de ocho dvd's y un noveno dedicado al making off.

En 1998, el productor editó un notable disco titulado "In my life", para el cual convocó a distintos artistas para que realicen versiones de canciones de los Beatles. Allí pueden escucharse excelentes interpretaciones de Robin Williams y Bobby McFerrin ("Come together"), Jim Carrey ("I'm the warlus"), Goldie Hawn ("A hard day's night") y Sean Connery ("In my life"), entre otros.

A pesar de haber quedado asociado a los Beatles, Martin será recordado como un modelo de productor, sobre todo por su gran capacidad para enriquecer una obra musical sin trastocar su esencia, y por su ingenio a la hora de resolver de manera artesanal cuestiones que actualmente se solucionan con la sola aplicación de la tecnología.