"Con el dólar oficial los exportadores tienen problemas"

La rentabilidad también cae por la suba de costos, asegura Diego Coatz. El tipo de cambio no lo es todo, también hay que resolver la infraestructura, la carga impositiva y el financiamiento. El impacto de la recesión en Brasil y la devaluación en China.

Las cifras alarman. La industria experimentó hasta junio 23 meses consecutivos en franca caída en términos interanuales, y recién pudo revertir levemente la situación con una mejora en julio. Pero las exportaciones de las manufacturas de origen industrial merman sin pausa, según los datos que publica el Indec. No hay una sola razón que explique el fenómeno, asegura Diego Coatz, economista jefe de la UIA y docente de la UBA. Las causas son múltiples.

La larga lista la encabeza, sin dudas, el retraso cambiario, es decir un dólar oficial barato o un peso demasiado apreciado que le resta competitividad a los productos industriales argentinos. Pero también, asegura el experto, hay que trabajar sobre las falencias en infraestructura -rutas, puertos, vías férreas-, el acceso al crédito, la carga impositiva, los derechos de exportación. Aunque hay mucho por hacer, el dólar manda, ordena la macroeconomía. Por eso es vital hallar la manera de generar divisas genuinas, reconoce, o bien abrevar en el crédito externo para impulsar un proceso de crecimiento con desarrollo.

-¿Hay atraso cambiario para la industria?

-La cuestión no es siempre el tipo de cambio, hay también problemas de rentabilidad en los sectores exportadores que se da por la evolución de los costos. Esta es una economía con una inflación relativamente alta y no se puede apelar al tipo de cambio para ganar competitividad porque estimularía aun más el crecimiento de esos costos. La situación es muy compleja de resolver. Habría que apelar a mejorar la rentabilidad sin apelar al tipo de cambio. Tal vez enfocando sobre los derechos de exportación, los reintegros, la carga impositiva, los créditos, es decir un paquete de mejora de la rentabilidad para exportar.

-¿El sector industrial maneja un valor de referencia?

-Depende mucho del rubro ya que el sector industrial es muy heterogéneo. Para quien exporta, interesa la rentabilidad para vender al exterior y también la demanda de los productos que se venden afuera. Otros, en cambio, están enfocados más al consumo interno y exportan sólo una parte de la producción. Depende de la realidad de cada sector. Realizar un análisis generalista es difícil. Obviamente, con el actual precio del dólar los exportadores tienen problemas de rentabilidad. Además, está la situación en Brasil, donde la devaluación no es un tema menor. Pero es tanto o más importante la recesión que hay en ese país. Porque el empresario puede tener un tipo de cambio beneficioso, pero si la demanda cae es peor.

CUESTA ABAJO

-Cada vez que salen los números del comercio exterior hay una marcada baja de la venta de manufacturas de origen industrial.

-Los productos industriales están con muchos problemas porque Brasil anda mal y eso afecta a los sectores que mayormente exportan, como el automotriz, el metalmecánico, plásticos y los rubros textiles. Además, Brasil no tiene perspectivas de recuperación. En un segundo plano está el tema cambiario, que más allá de lo que puede afectar a la industria, le pone presión a la macroeconomía argentina. Este es un tema para seguir de cerca y no tomar decisiones apresuradas. La política cambiaria de Brasil es muy volátil. En 2009 devaluó y llevó el real a 1,70, luego subió a 2,60, y después bajó a 1,55. Brasil tiene grandes reservas internacionales en el Banco Central, otra estructura. Argentina tiene que decidir cuál será su política macroeconómica, el dólar es apenas una variable más.

-La restricción externa también afecta las importaciones. ¿Cómo lo vive la industria?

-Existe mucha heterogeneidad en el sector productivo, tanto en Argentina como en Brasil. La administración inteligente del comercio es fundamental. En el mundo el comercio crece al 1,5%, contra el 10% que crecía en años anteriores. En nuestra región ocurre lo mismo. No es que existe un contexto de exceso de ventas. Hay grandes jugadores como China e India, mucho comercio desleal que se opera en forma muy inteligente a través del dumping, barreras fitosanitarias y mucha competencia. A futuro para aquellos sectores que la competencia internacional no es un problema, hay que agilizar la capacidad para importar. En cambio, para los que tienen daño estructural, hay que fomentar la inversión y el empleo.

-¿Hay que reorientar las exportaciones industriales hacia mercados que generen divisas?

-En el mediano plazo la única forma de contener un crecimiento sustentable, sostenible y con desarrollo es generar divisas. Hay dos formas: vender más y mejor y sustituir eficientemente donde hay nichos de producción nacional como autopartes, química, metalmecánica, agro. El agro exporta más o menos 1.000 dólares por habitante. Si uno va a Chile, el sector minero del cobre exporta 2.500 dólares por habitante, y si uno va a un país como Noruega, está arriba de 5.000 dólares por habitante. Argentina necesita generar divisas con diferentes sectores productivos. Los sectores de materias primas son clave, pero la industria y los servicios también lo son. Hay que entender que vivimos en un mundo complicado, que ahora está China y que la agregación de valor no es como en los años "60. Con los recursos naturales uno puede también generar conocimientos, un paquete tecnológico. Es complejo porque la competencia mundial es dura.

FINANCIAMIENTO

-¿Hay que buscar otro canal de ingreso de divisas?

-Argentina no está teniendo problemas específicamente porque faltan dólares del comercio, sino por el crédito y la cuenta capital. Cuando uno habla de industria, habla de cuenta corriente, exportaciones y comercio. Argentina está hasta un poco mejor que la región. No tenemos más inconvenientes de exportaciones e importaciones que el resto. La otra cuenta de dólares es el problema, tiene que ver con el movimiento de cartera y ahorro. No se generan ingresos genuinos de dólares y además hay fuga de capitales.

-¿Resolver la restricción externa es clave para estimular el crecimiento?

-Son dos agendas: la del comercio es la llave del desarrollo con estabilidad. Tarda en madurar. La agenda más sencilla, de corto plazo, es cómo la parte que tiene que ver con el crédito se puede resolver para que no haya problemas adicionales de dólares. Cómo genero un balance de dólares financieros positivo para aplicarlo a una estructura productiva que me permita repagar ese crédito. No tomar deuda para incentivar la fuga, sino para comprar bienes de capital y realizar obras públicas. Fomentar el desarrollo de las pymes locales, lograr una articulación positiva entre el capital extranjero y el nacional.

-¿El precio del dólar fomenta la inversión en bienes de capital?

-Los bienes de capital se pueden importar. Pero el empresario industrial invierte si tiene dos condiciones: tiene que tener mercado, demanda, sino no invierte. Debe haber perspectivas sobre la demanda futura, que tenga ventas hoy y que sepa que va a vender aún más a futuro. Ahí juegan las expectativas. El segundo punto es la rentabilidad. No va a vender si no la obtiene. Si están esas dos cosas invierte y compra bienes de capital porque siempre es bueno mejorar las rutinas productivas y darle más densidad tecnológica, cambiar brazos por cerebros. En 2011 hubo record de inversión en bienes de capital, la economía crecía mucho, se vendía cada vez más. La clave ahora es cómo generar certidumbre, cómo a los sectores con problemas de rentabilidad que venden en el mercado local o exportan se les puede ir recomponiendo esa rentabilidad. Pensar en inversiones a más largo plazo.