Volvieron a fracasar las negociaciones con la empresa Monsa

Choferes de la Línea 60 advirtieron que mañana volverán a cortar la Panamericana

"No nos llamaron para negociar, todo está estancado. En asambleas se decidió continuar con el plan de lucha y cortar mañana a las 8 la Panamericana, a la altura de Ingeniero Maschwitz", confirmó el delegado Esteban Simonetta.

Las negociaciones para destrabar el conflicto en la línea 60 de colectivos volvieron a fracasar hoy, por lo que los choferes ratificaron el plan de lucha con cortes en la Panamericana, mientras el gobierno nacional afirmó que dejó de pagar subsidios a la empresa desde que no presta servicio.

Choferes de la línea 60 advirtieron que mañana volverán a cortar la Panamericana tras el fracaso de las negociaciones con la empresa Monsa que abrió ayer el gobierno bonaerense y pese a la represión por parte de las fuerzas federales para desalojar la autovía, que dejó ayer un saldo de 26 personas heridas y 7 detenidas.

"No nos llamaron para negociar, todo está estancado. En asambleas se decidió continuar con el plan de lucha y cortar mañana a las 8 la Panamericana, a la altura de Ingeniero Maschwitz", confirmó el delegado Esteban Simonetta. 

El referente sindical dijo que la jueza federal María Servini de Cubría ordenó esta tarde que la línea 60 vuelva a prestar servicio en "forma normal" desde la cabecera de Constitución, que había sido desalojada el 13 de julio por 70 policías y estaba inoperable hasta que se cumpliera una pericia técnica de las unidades.

"Esa medida es ilegal porque interfiere en un conflicto laboral. La vamos a apelar", sostuvo Simonetta, y advirtió que los choferes seguirán sin cortar boleto cuando las unidades presten servicio.

Los choferes decidieron continuar el plan de lucha desde mañana con cortes y manifestaciones, tras las asambleas realizadas en las cabeceras de la línea y después de asegurar que no fueron convocados a una nueva instancia de negociación tras el cuarto intermedio acordado durante la reunión ayer con el ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados.

En tanto, el gobierno nacional defendió el accionar de la Gendarmería que ayer reprimió con disparos de balas de goma y gases lacrimógenos a los choferes que intentaban cortar la traza principal de la Panamericana y advirtió que detrás de la protesta "hay otra cosa".

"Hay gente que está con vocación de seguir con el conflicto sin explicación", dijo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al apuntar al cuerpo de delegados que apela a una modalidad de protesta cuestionada por la empresa y por la UTA, que también representa a los trabajadores del sector.

El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, confirmó, por su parte, que el Estado no le está otorgando subsidios a la línea 60 ya que no presta servicio hace 35 días por el conflicto entre Monsa y los choferes.

El funcionario dijo que el Estado paga el equivalente al 50% de cada boleto cobrado por la compañía a los 250.000 pasajeros que utilizan a diario la línea 60, que une el barrio porteño de Constitución con la zona norte del conurbano.

En este contexto, el presidente de la empresa Monsa, Marcelo Pasciuto, y el delegado de los choferes Hugo Schwartzman, polemizaron en un cruce radial en torno al conflicto por la reincorporación de 53 trabajadores despedidos y otras reivindicaciones laborales.

El empresario, quien dijo que no participó de la reunión pero mantuvo una conversación telefónica con Granados, insistió en afirmar que todos los choferes "despedidos fueron reincorporados en el marco de la conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo".

"Pasciuto mismo lo dice: 'Están todos reincorporados en el marco de la conciliación obligatoria', que no es legal", replicó Schwartzman, al asegurar que los 53 trabajadores seguían en la condición de despedidos.

El delegado puntualizó que la medida de la cartera laboral fue aplicada tras "una reunión a la cual nunca estuvimos invitados", pero de la que sí participaron representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), gremio con el cual los delegados de base están enfrentados.