El candidato a la Corte del Gobierno advierte que "las penas perpetuas son contrarias a los Derechos Humanos"

El abogado Roberto Carlés destacó que "la idea es tener para abril (próximo) una versión definitiva de la reforma del Código Penal". Argumentó que "las penas a perpetuidad son incompatibles con la finalidad que el propio Estado argentino ha asumido para su sistema penal, que es la de la readaptación".

El abogado Roberto Carlés, candidato del Gobierno para cubrir la vacante de Eugenio Zaffaroni en la Corte Suprema de Justicia y coordinador de reforma del Código Penal, consideró hoy que "las penas perpetuas son contrarias a los derechos humanos", en el día que se conmemoran los 39 años del último golpe militar en el país.

Además, anticipó que "la idea es tener para abril (próximo) una versión definitiva de la reforma del Código Penal".

"Yo entiendo que las penas perpetuas son contrarias a los derechos humanos", manifestó Carlés en diálogo con radio Nacional, luego de haber dicho en una entrevista con el periódico oficial del Vaticano, L' Osservatore Romano, que "la pena perpetua es inhumana, tendría que ser abolida". 

Hoy, argumentó que "las penas a perpetuidad son incompatibles con la finalidad que el propio Estado argentino ha asumido para su sistema penal, que es la de la readaptación".

Carlés adujo que se basaba en el Pacto de San José de Costa Rica, además del "modo en que nosotros hemos fijado la finalidad en nuestro sistema penal".

"A través de la ley de Ejecución Penal por ejemplo, todas las penas privativas de libertad tienen por fin la reforma y readaptación social de los condenados, de modo que una pena que se dice de por vida, evidentemente, está prescindiendo de ese fin", insistió.

Sin embargo, aclaró que "esto no quiere decir que no haya posibilidad de poner penas altas para casos bravísimos o que a personas que puedan resultar peligrosas para sí o para terceros no se les aplique algún tipo de medida sea en la Justicia Penal o Civil: no es que se está proponiendo mandarlos a la calle alegremente".

Por último, manifestó que "la (prisión) perpetua tampoco es una realidad en nuestro país porque, si bien la tenemos en nuestro Código (Penal) de 1921, se introdujo conjuntamente con la libertad condicional a los 20 años para el condenado a perpetua. Esto se modificó con las reformas del 2004, llevándose a 35 años".