Suspenden clases y cierran la administración pública provincial en Santiago del Estero

La paralización de la actividad fue decidida a las 9 de hoy, luego de que en un lapso de tres horas cayeran alrededor de 100 milímetros en la capital, mientras en otros puntos de la provincia el registro se elevaba hasta los 300 milímetros.

Santiago del Estero - Lluvias torrenciales estaban afectando a Santiago del Estero, por lo cual fueron suspendidas las clases y la actividad administrativa provincial y municipal, en tanto que el sector privado quedó prácticamente paralizado por la falta de transporte, como consecuencia del anegamiento de calles.

La paralización de la actividad fue decidida a las 9 de hoy, luego de que en un lapso de tres horas cayeran alrededor de 100 milímetros en la capital, mientras en otros puntos de la provincia el registro se elevaba hasta los 300 milímetros. Sólo se mantenían activas las guardias en hospitales y otros servicios esenciales. 

La gobernadora Claudia Ledesma convocó al Comité de Emergencia a Casa de Gobierno para evaluar la situación y coordinar las tareas de Defensa Civil, del Ministerio de Salud y de la Policía, a fin de acercar ayuda a los intendentes y comisionados municipales de los pueblos afectados.

El anegamiento de calles en la capital fue el principal problema, que impidió a miles de trabajadores llegar a sus puestos laborales.

Las empresas del transporte urbano de pasajeros decidieron suspender la salida de unidades y otras quedaron detenidas a lo largo de sus recorridos porque las arterias estaban cubiertas de agua.

Pasadas las 10 y de manera paulatina, comenzaron a circular los colectivos, cuando ya había cesado la lluvia más intensa, aunque continuaban anegadas muchas calles.

En esta ciudad, los barrios de la zona oeste, sur y los cercanos al río Dulce fueron los más afectados por las precipitaciones porque ingresó el agua a las viviendas o había sobrepasado el nivel de las veredas y también por filtraciones de los techos.

Además, las intensas lluvias complicaron la ya delicada situación de los habitantes del sudeste de la provincia, donde en los últimos meses se registraron marcas históricas de precipitaciones, que provocaron inundaciones de miles de hectáreas productivas y en los cascos urbanos de ciudades como Bandera, Los Juríes, Pinto y Añatuya.

Los últimos datos oficiales revelaban que unas 300 personas permanecían desde hace varios días alojadas en centros comunitarios y escuelas a la espera de poder regresar a sus casas que estaban inundadas. Pero fuentes oficiales estimaron que el número de afectados se podría incrementar hoy porque continuó lloviendo en prácticamente toda la geografía santiagueña.

En algunos casos las evacuaciones se hacían imposibles porque no se podía acceder a los parajes anegados, porque los caminos rurales estaban intransitables.

En situación de riesgo inminente estaban quienes residen en parajes de los departamentos Avellaneda, Salavina, Mitre, Aguirre y Quebrachos, en el sudeste, por la incesante crecida del río Dulce. Estaban comenzando a anegarse los terrenos bajos cercanos a ese curso de agua y a sus tributarios, como los ríos Saladillo y Utis.