LA RIQUEZA ARTESANAL DE IBEROAMERICA, EN UNA MUESTRA PLENA DE COLOR

Una ventana al arte popular

La exposición presenta una colección itinerante de unas 1.600 artesanías de la región elaboradas en una amplia gama de materiales por más de 450 artistas. Se presenta en dos museos, el José Hernández y el Fernández Blanco.

"Una ventana al arte popular". Así es la colección itinerante de artesanías iberoamericanas que se presenta en forma simultánea en dos museos de esta ciudad -el Museo de Arte Popular José Hernández y el de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco-, en palabras de su curadora, Cándida Fernández.

La exposición, titulada Grandes Maestros del Arte Popular de Iberoamérica, que podrá verse hasta enero de 2015, comprende alrededor de 1.600 piezas de más de 450 artistas populares provenientes de 22 países. Es una selección de obras cuya riqueza radica en la amplia gama de especialidades y materiales utilizados.

Mientras que los objetos exhibidos en el Fernández Blanco tienen por base el papel, la plata, la arcilla y la madera, en el José Hernández se exhiben los hilados y la cestería.

La muestra itinerante, que ya recorrió las principales ciudades españolas y latinoamericanas, fue traída por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, junto con Fomento Cultural Banamex, con el apoyo de la Embajada de México.

CATRINAS

El Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco es una casa neocolonial. Fue obra del arquitecto Martin Noel. Tiene influencias peruanas y miradores, jardines andaluces y colecciones notables. La gente la conoce como el Museo Fernández Blanco y los amantes del misterio afirman que tiene fantasmas.

El caso es que ahora, cuando se ingresa, una singular figura la custodia, La Catrina, que preanuncia el contenido de la multitudinaria muestra que conjuga el presente y el futuro de la producción de artífices iberoamericanos.

La Catrina es el nombre que le dio el muralista Diego Rivera a la imagen que creó el conocido grabador mexicano José Guadalupe Posada. La figura se origina en la calavera que aludía a los que pretendían ser de Europa y no aceptaban sus raíces indígenas. De ahí el esqueleto desnudo, pero con elegante sombrero de plumas para marcar la diferencia entre lo que se es en esencia y lo que se desea o aparenta ser.

La exposición del Fernández Blanco la eligió como motivo de creación y se pueden ver en la muestra tres Catrinas de diferentes en variados materiales.

Entre ellas la imponente de alambre y papel moldeado policromado de Felipe Linares Mendoza con el nombre Doña Marina, la Catrina (1992), de estola de serpiente y sombrero violeta, que extiende el esqueleto de sus manos de uñas pintadas.

INTEGRACION

En las salas del Fernández Blanco, parte del mobiliario permite apreciar los entrecruzamientos de materiales realizados por artesanos contemporáneos utilizando técnicas originales. Como un exquisito bargueño del mexicano Molero Sabador o un baúl con cómoda de Francisco Aguirre Tejeda, de palo santo ensamblado y taraceado con hueso y metal.

Una importante cabecera de madera tallada con piel taraceada con técnica de cordobán y guadamecí, de los artistas españoles Morillo García y Delgado Tovea, es un ejemplo español contemporáneo de hibridación entre la cultura árabe y la española. Así, la técnica del repujado de piel del cordobán y el guadamecí que exhibe son técnicas del siglo XIII. Técnicas integradoras que recoge la cultura hispana, durante la ocupación árabe, aunándola a la propia.

Los materiales utilizados por los artistas en sus objetos son de una gran diversidad. Abarcan el barro, la madera, la piedra, los textiles, el papel, la piel, la fibra vegetal y otros, tan originales como los tallos de trigo con los que trabajó Sara Márquez González de Michoacán para entregar su delicado Portal De Nacimiento.

Las técnicas, en tanto, ofician como testimonios de un arte representativo de un modo de ser, hacer y pensar.

Es el caso de un conjunto de cera moldeada y coloreada de Marco Miranda Razzo de Guanajuato, llamado Cocina. Distintos materiales como cera, hueso, tela son utilizadas en la pieza que data del año 2007.

Impactan las deliciosas Fridas de Guillermina Aguilar, homenaje a Frida Kahlo, el Arbol de las Artesanias Iberoamericanas de Oscar Soteno y el original Arbol del Mole de Alfonso Castillo Orta, todas en barro con pastillaje policromado, como el pintoresco Expreso Laboyano de la colombiana Cecilia Vargas Muñoz.

Cuba también tiene su lugar en la muestra con los Jugadores de Dominó de Oriol de la Torre, como Nicaragua y el Jaguar de Bracamonte Nicoya, motivo que repite la figura del bellísimo felino de la mexicana Juana Gómez Ramírez, que recibe al público en primerísimo lugar. A estos países se suman las Mujeres de Ediltrudis Noguera, procedente de Paraguay, suerte de Venus primarias, textiles uruguayos de Alicia Rodríguez González y María Rosa Maldonado Espino, sin olvidar los Reyes Magos de Puerto Rico.