El artista de la culpa y la memoria

La obra del flamante premio Nobel de literatura es una constante indagación sobre el pasado y la identidad.

Con justa razón la Academia Sueca usó la expresión "arte de la memoria" en el breve comunicado con el que explicó la concesión del Nobel de Literatura a Patrick Modiano. En efecto, la literatura del autor francés hace hincapié en el pasado, en episodios autobiográficos y en sucesos vinculados a la ocupación nazi que proponen una indagación constante sobre la identidad, la culpa, el olvido y el perdón.

Nacido en 1945, hijo de una actriz belga -Louisa Colpjin- y de un empresario judío italiano con demasiado apego a los negocios ilícitos -Alberto Modiano-, el futuro escritor se crió entre Francia e Italia, y su infancia estuvo marcada por la muerte a la edad de 11 años de su hermano mayor, Rudy, víctima de la leucemia. Patrick estaba estaba muy unido a él y por eso le dedicó todas sus obras entre 1967 y 1982.
Cabe decir, por lo tanto, que Modiano es un sobreviviente.

Así lo testimonia en Un pedigrí, que en las próximas semanas publicará en nuestro país el sello Anagrama: "Mi padre y mi madre vivieron en medio de un caos absoluto. La época y su situación eran muy difíciles. No pertenecían a un mundo preciso, bien estructurado. Para mí fue muy difícil rebelarme contra ellos porque es difícil luchar contra algo que no es sólido, que apenas se sostiene...".

El padre del novelista fue un personaje oscuro, vinculado a traficantes y policías que trabajaron e hicieron grandes negocios en Francia vendiendo desde mercancías hasta personas al Ejército de ocupación nazi. De ahí que la vida y la obra de Modiano estén atravesadas por los desencuentros con el padre, a quien dejó de ver por largos períodos.

EXILIO INTERIOR

Esa compleja relación condenó a Modiano a una vida de "exilio interior", errante entre diversos internados donde siempre fue infeliz. Ya de adulto, viajó muy poco y se mudó en contadas ocasiones, siempre de un barrio parisino a otro.

No ha logrado desprenderse de esa infancia y juventud signadas por el estigma de ser un hijo no deseado, lo que lo impulsó a rebeliones varias, la primera de ellas cuando en 1962 decidió no asistir a la universidad y dedicarse a la venta de libros antiguos que robaba de bibliotecas o de casas de amigos.
Publicó su primera novela en 1968, El lugar de la estrella, y ganó con ella el premio Rogier Nimier.

A partir de entonces decidió que iba a dedicarse de lleno a la literatura, en especial a esa recurrente exploración de la memoria, el olvido, la identidad y la culpa tan características en su obra.

Su segunda novela, La ronda de noche, apareció en 1969 y la tercera, Los bulevares periféricos, en 1972. Junto a El lugar de la estrella componen una trilogía dedicada a la ocupación nazi de Francia, el período favorito de su literatura.

Modiano fue distinguido en 1972 con el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa por su trilogía de la ocupación y en 1978 con el Premio Goncourt, máximo de las letras galas, por La calle de las tiendas oscuras.

Sus obras, escritas con un estilo llano y directo, comienzan siempre con una búsqueda de "raíces" lejanas y presentan a oscuros personajes perdidos en el laberinto de sus vacilaciones, enfrentados a escenarios hostiles entre los horrores de la ocupación nazi, la guerra de Argelia o los vaivenes de una Francia errante.

"Modiano es una persona que ha trabajado el tema de la memoria, el olvido, los efectos de la Segunda Guerra Mundial. Más allá del tono de sus novelas y de la escritura íntima que tiene, si uno se fija desde el primer libro hasta prácticamente el último, lo que está en el centro es la ocupación nazi en París y los efectos que eso tiene sobre la subjetividad", observó su editor en la Argentina, Fernando Fagnani.

Uno de sus textos más logrados es Dora Bruder (1997), que compuso tras leer un aviso publicado en el diario que decía: "Se busca a una joven, Dora Bruder, de 15 años, 1,55 metro, rostro ovalado, ojos gris marrón, abrigo sport gris, pullover burdeos, falda y sombrero azul marino, zapatos sport marrón. Ponerse en contacto con el señor y la señora Bruder, bulevar Ornano, 41, París".

La indagación sobre la enigmática solicitada lo llevó a una desoladora peripecia vital que sintetiza el sufrimiento de toda una época: el continente europeo en la era hitleriana, visto desde la perspectiva actual y la aventura moral del escritor que trata de recobrar la verdad.

"Hay una cierta melancolía en su obra, una suerte de tiempo perdido, como si la Segunda Guerra Mundial hubiera borrado de París el tiempo anterior -agregó Fagnani-. Su obra orbita en torno a eso, aun en aquellos libros donde el tema central no es ése e incluso en otros donde el eje es la guerra de Argelia. Le preocupa mucho escribir sobre los efectos de las guerras en las personas".

Sin embargo, no es un escritor político. "No está interesado en hacer una historia de los efectos sociales de la Segunda Guerra Mundial en los parisinos sino que toma ese hecho y lo pone en juego en historias subjetivas que no tienen un lazo político directo -resume Fagnani-. En sus libros el lector no va a encontrar aspectos históricos que otros escritores franceses sí han trabajado o documentado".

A fin de mes llegarán a la Argentina tres títulos del flamante Nobel: además del mencionado Un pedigrí, Anagrama también editará En el café de la juventud perdida y La hierba de las noches, que, según anticipó Fagnani, "es un texto distinto a los otros, le va a gustar tanto a los lectores de Modiano como a los que no son".

"En el café...lo tiene todo: la juventud, lo perdido, el café. Es la historia de una mujer contada por varios personajes distintos en el París de los años "60 con la cuestión de Argelia cerca pero también con el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial. (Mientras que) La hierba de las noches está en la misma línea que los anteriores", apunta.