Colección de invectivas

Ultimas noticias del nuevo idiota iberoamericano

Por Plinio A. Mendoza y otros.
Planeta. 267 páginas

Los editores de este libro lo describen como "un apasionante viaje por la actual realidad política, social y económica de América latina y también de España", pero no se trata de nada de eso. Se limita a descalificar al populismo y a sus sostenedores. No hay posibilidad de dignificar esas invectivas llamándolas crítica ideológica.

El hecho de que el populismo sea un sistema político premoderno, una manifestación deplorable de retraso y de subdesarrollo social y un impedimento para el progreso económico de varios países de la región no justifica el insulto a quienes lo defienden. Tener razón en el debate contra los populistas Ñlos idiotas del títuloÑ no resulta suficiente para entender el fenómeno, ni para conjurarlo. Y lo menos que se puede esperar de los defensores de la democracia liberal es que conozcan y describan con la mayor precisión posible la mentalidad, las estrategias y las armas de sus adversarios. Para combatir al enemigo político se necesita empatizar con él, no despreciarlo. Si se lo considera una "cucaracha" (página 43), mejor dedicarse a la entomología.

Entre otras deficiencias, los autores de este panfleto tampoco desarrollan una explicación convincente de por qué los líderes populistas ganan arrasadoramente las elecciones en varios países de la región. Ni proponen una forma de evitar que deterioren el sistema institucional. A lo que hay que añadir las dudas que generan sus análisis sobre la situación de distintos regímenes populistas. Si se toma como ejemplo de exactitud el de la Argentina, lo recomendable es no continuar con la lectura.

Tras el derrumbe del comunismo, el populismo es el último enemigo de la democracia liberal. Su ridiculización no constituye la estrategia más apta para enfrentarlo. Convertirse en una suerte de Eduardo Galeano de derechas, tampoco.