Según un estudio realizado en escuelas primarias de Estaodos Unidos

Ir a la escuela temprano puede afectar el rendimiento escolar

 

Un reciente estudio, publicado en la Revista de Psicología de la Educación (Journal of Educational Psychology), encontró que los horarios de entrada a clase afectaban el desempeño académico de los niños.
La investigación involucró 718 escuelas primarias públicas en Estados Unidos. El rendimiento académico de los estudiantes fue evaluado según la puntuación obtenida en pruebas de lectura, escritura, matemáticas, ciencias, y estudios sociales. Los investigadores también analizaron las tasas anuales de asistencia y de reprobación, así como la proporción alumno-maestro.
Los resultados mostraron que el entrar a clase muy temprano en la mañana (entre 7:00 y 8:30) estaba asociado con un desempeño académico más bajo. El entrar a clases muy temprano puede llevar a la pérdida de horas de sueño y, así, indirectamente afectar el rendimiento académico.
Los niños que experimentan privación de sueño pueden perder la habilidad de permanecer enfocados en la clase y, en consecuencia, la capacidad de retener la información aprendida.
La Fundación Nacional del Sueño en los EEUU recomienda que los niños en edad escolar duerman entre 10 y 11 horas de sueño ininterrumpido. Los padres pueden contribuir a que los niños estén bien descansados para la escuela mediante el establecimiento de horarios para irse a dormir que sean adecuados y consistentes.
Asegurarse de que los niños mantengan un horario de sueño consistente durante toda la semana, incluyendo los fines de semana, puede ayudar a prevenir la privación de sueño.
Entre los consejos que se dan para que los chicos duerman el tiempo adecuado se establece:
Asegurarse que los dormitorios de los niños sean propicios para el sueño - tranquilos, frescos, oscuros y confortables-. También mantener los aparatos electrónicos fuera de la habitación. Además, limitar el uso de pantallas poco tiempo antes de dormir.