El nuevo socio favorece un gran viraje estratégico

Reconoce China a la Argentina como aliado integral y campo de inversiones. Las obras financiadas por Pekín buscan mejorar la infraestructura y abaratar los costos de producción, destaca el doctor Jorge Malena, un experto en la materia. La asociación bilateral se extendería al ámbito político y de defensa.

La diplomacia argentina vivió su semana de vorágine. En apenas un puñado de días pasaron por Buenos Aires el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y luego su par chino, Xi Jinping. Dos pesos pesados de las inversiones, el desarrollo económico y el contra poder político. Pero, sin lugar a dudas, la breve estada del mandatario oriental fue la que más expectativas generó y tela para cortar dejó.

El presidente Xi Jinping desembarcó en el país escoltado por una corte de empresarios decididos a invertir en la Argentina. La presencia del jefe de Estado no sólo le dio visos de formalidad a la puesta en marcha de las represas santacruceñas que financiará el Gigante -también motorizará la remodelación del ferrocarril Belgrano Cargas-, sino que además sirvió para que la relación entre ambos países avanzara en su consolidación.

Algo ha cambiado, hay una vuelta de tuerca en este intercambio entre Buenos Aires y Pekín. Queda claro que Argentina es uno de los principales proveedores de las materias primas que consume China -fundamentalmente soja y sus derivados-, pero resulta que ahora el Dragón se ha decidido no sólo a comprar sino también a invertir en estas tierras. Motivos sobran, y el doctor Jorge Malena, director de Estudios sobre China Contemporánea de la Universidad del Salvador, es el hombre ideal para explicarlos.

NUEVO STATUS

-¿Qué lectura hace de la visita del presidente de China?

-Creo que esta visita se caracterizó por su importancia tanto política como económica. En el ámbito político tuvo lugar el reconocimiento chino de la Argentina como socio estratégico integral, lo cual significa un progreso en la clase de relación bilateral (desde fines del año 2004 Argentina fue socio estratégico). En materia económica se firmaron acuerdos de inversiones por más de u$s 6.000 millones para, entre otros, la construcción de dos represas hidroeléctricas y la modernización del ferrocarril Belgrano Cargas.

-¿Se lograron avances en otros terrenos?

-Asimismo, se realizó el Foro Empresarial Argentino-Chino, con 200 empresas provenientes de China, que incluyó rondas de negocios y la posterior firma de casi 30 memoranda de entendimiento sobre compras de soja, vino, carne vacuna congelada, pescado congelado, concentrado de cobre, lana, leche larga vida y jugos de frutas. En materia financiera se destacó la firma de un Acuerdo para Intercambio de Monedas, que dispone que durante tres años cualquiera de los dos bancos centrales puede solicitar desembolsos equivalentes a 11 mil millones de dólares.

-¿Es relevante el cambio de status de la Argentina a socio estratégico integral?

-Este nuevo status implica que la relación bilateral se profundice en materia de cooperación económica, apoyo en asuntos internacionales e intercambios culturales. Asimismo, se avanzará en la cooperación en temas científicos, tecnológicos e incluso de defensa.

-China es un gran comprador de commodities argentinos. Ahora invierte en infraestructura. ¿Qué opina de este cambio?

-La ampliación de la inversión está vinculada con apoyar la labor del sector primario, es decir que habrá más obras en construcción y mejora de caminos y puertos, generación de electricidad, telecomunicaciones, a los efectos de facilitar la producción y transporte de aquellos insumos que nos compra China.

-El presidente Xi Jinping vino con 160 empresarios. ¿Es una muestra clara del interés por afianzar las relaciones comerciales con Argentina?

-Los dos países son economías en desarrollo, por lo que comparten el objetivo de mejorar el nivel de vida de sus pueblos. A esto se suma un considerable grado de complementariedad económica. En consecuencia, las dirigencias comprenden la importancia de trabajar juntos hacia la meta del crecimiento económico.

PACIENCIA

-Suele afirmarse que China tiene otra manera de negociar, basada en la amistad, el conocimiento mutuo. ¿Considera que es así? ¿Tienen otra noción del tiempo para delinear estrategias políticas y comerciales?

-Fruto de tener una identidad propia, la cultura tanto política como de negocios en China es diferente a la nuestra en varios aspectos. No obstante, puede accederse al conocimiento de la misma y aprehenderlas. En materia de planificación, reconocen el valor de hacerlo a largo plazo, si bien también por su pragmatismo practican la ""prueba y error"".

-En este contexto, ¿qué relevancia le da a la invitación para que la presidenta Cristina Fernández visite China en octubre?

-La devolución de una visita de Estado es una práctica habitual, en el marco de la reciprocidad diplomática. Si a ello se le suma que nuestro país fue reconocido por China con el status más alto que otorga su diplomacia, la visita de nuestra Presidenta en los próximos meses sería apreciada en el país asiático.

-Los especialistas remarcan que China ejerce un liderazgo mundial silencioso, que no se pronuncia políticamente a escala global. ¿Es parte de una estrategia?

-Ellos reconocen la necesidad de mantener un escenario internacional estable, en función de sus objetivos de crecimiento económico. Por ello, al momento su política exterior ha sido básicamente reactiva. Recién en esta última década se observan algunas notas de ""proactividad"" en cuestiones que tienen que ver con su área de influencia inmediata (Mar del Este, Mar del Sur de la China, Tibet, Taiwán).

-¿Es factible el ingreso de Argentina al grupo de los Brics o fueron versiones infundadas?

-Oportunamente, el proceso de incorporación de la República de Sudáfrica demostró que en la cumbre previa a su ingreso los miembros originarios trataron su inclusión y que el país participó como invitado. Algo similar ha ocurrido con Argentina en la Cumbre de Fortaleza, más allá de que no hubo pronunciamiento específico en la Declaración Final.

LOS BRICS

-Dada la asimetría de ambas economías, ¿podemos tener una relación de complementariedad o será de dependencia?

-Estimo que hay un cierto grado de complementariedad, y que el beneficio de la relación económica con China dependerá en lograr que se agregue valor a la producción proveniente de nuestro sector primario, para que los términos de intercambio sean equitativos. No obstante, tenemos que recordar -por ejemplo- que cada año el valor de una computadora es menor, mientras que el precio de las commodities mantiene tendencia alcista.

-China ha llevado adelante en Africa una política internacional de fuerte presencia. ¿Se replica esto en América Latina? ¿Es una política similar?

-Hay algunas similitudes en cuanto al interés por acceder a materias primas, pero en Africa se observa una creciente presencia de managers y trabajadores chinos en los proyectos de inversión.

-¿Debemos profundizar el conocimiento de la cultura de China para facilitar los negocios?

-A la luz de la existencia de una asociación estratégica integral, según acordaron los respectivos gobiernos, hay un camino por recorrer en materia de conocimiento de la otra cultura. La Escuela de Estudios Orientales de la USal es pionera en la materia, fruto de su creación en 1967. Deberíamos contar con más centros de enseñanza de la cultura y lengua de China, como también de centros de enseñanza sobre la Argentina en China.