Denunció que se busca "tirar abajo la reestructuración" de su deuda

Kicillof aseguró que la Argentina enfrenta una "extorsión judicial"

El ministro de Economía garantizó que la Argentina "va a seguir cumpliendo con todas sus obligaciones", pese a que "hay un bloqueo del cobro (para los bonistas que entraron en el canje) que está funcionando como un instrumento extorsivo para el país".

El ministro de Economía, Axel Kicillof, denunció hoy que la Argentina enfrenta una "extorsión judicial" que busca "tirar abajo la reestructuración" de su deuda, y aseguró que el fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa en la disputa con los holdouts es "insólito e incumplible".

El titular del Palacio de Hacienda habló esta mañana en la Cancillería, en un encuentro de ministros de Economía de la UNASUR y del Banco del Sur, y garantizó que la Argentina "va a seguir cumpliendo con todas sus obligaciones", pese a que "hay un bloqueo del cobro (para los bonistas que entraron en el canje) que está funcionando como un instrumento extorsivo para el país".

"No vamos a aceptar extorsiones", afirmó Kicillof, quien consideró que las negociaciones que se llevan adelante en Nueva York entre el mediador designado por el juez Griesa, Daniel Pollack, la Argentina y los fondos buitre son "un rompecabezas" y un "trabalenguas", como consecuencia de la interpretación que el magistrado hizo de la cláusula "pari passu". 

Sobre Griesa, señaló que tuvo un fallo "inédito, insólito e incomprensible" además de "incumplible", y expresó que "nadie quiere festejar, ni festeja un default".

Los fondos buitre, aseguró, no entraron al canje de 2005 y 2010 porque "nunca intentaron negociar nada, sino embargar todo", como sucedió con la Fragata Libertad, la embajada argentina en Washington y fondos del Banco Central y el Banco Nación.

Para el jefe de la cartera económica, la Argentina es víctima de una "extorsión judicial" y de un "violentísimo ataque de sectores recalcitrantes del sistema financiero" que pretenden "tirar abajo el proceso de reestructuración de la de la deuda y volver a la dinámica del sobreendeudamiento" que hizo que la Argentina en 2001 llegara a tener una relación del 166 por ciento entre su Producto Bruto Interno y su deuda.

"La Argentina durante años, años y años, tomó deuda para pagar deuda, y lejos de ser honrada, la deuda crecía y crecía, hasta que estalló, como no podía ser de otra manera. Esa dinámica ha sido clásica y generalizada durante el neoliberalismo", planteó el titular del Palacio de Hacienda.

De esa forma, sostuvo, "se condicionaba cada vez más su política económica con permanentes imposiciones de ajuste".

Tras señalar que "el único objetivo de los que quedaron afuera (de los canjes de 2005 y 2010) fue el de litigar en los tribunales para obtener el 100 por ciento", Kicillof recordó que "después de un default, hay que reestructurar, pero si (un fallo judicial ordena que) hay que pagar el 100 por ciento, eso no tiene sentido económico".

El ministro de Economía destacó que "el 30 (de julio, cuando se cumpla el mes de que los bonistas que entraron al canje no tengan el pago correspondiente, por el bloqueo ordenado por Griesa al Banco de Nueva York Mellon, que es el agente de pago y al que la Argentina le depositó los fondos el 26 de junio) no vamos a tener ningún problema", porque "hay un bloqueo que funciona como elemento extorsivo".

En ese sentido, reiteró que "la Argentina está dispuesta a pagar en condiciones justas y equitativas", pero el fallo de Griesa "es incumplible", porque "si le pagamos el 100 por ciento al uno por ciento (de los acreedores de la deuda defaulteada en 2001), el 92 por ciento (que entró al canje) tendría derecho a reclamar lo mismo".

"La Argentina quiere pagar, porque quiere seguir creciendo", afirmó el funcionario.