Describió al atacante principal para que se haga un identikit y se lo busque en las siete horas de filmación secuestradas

Declaró la chica abusada en un boliche

"La clave ahora es ir advirtiendo las imágenes de cámaras de seguridad. Son siete horas de grabación solo de la puerta de entrada. Y ahí se busca ver a la persona que ella puede reconocer, en qué momento ingresa y egresa", afirmó el abogado de Ayuda a Víctimas de Violación (A.Vi.Vi), Andrés Bonicalzi.

Camila, la chica que denunció que fue violada en un boliche a metros del Congreso Nacional, declaró hoy ante la Justicia los detalles del abuso que sufrió por parte de cuatro hombres el último fin de semana y describió al atacante principal para que se haga un identikit y se lo busque en las siete horas de filmación secuestradas en la investigación.

"La clave ahora es ir advirtiendo las imágenes de cámaras de seguridad. Son siete horas de grabación solo de la puerta de entrada. Y ahí se busca ver a la persona que ella puede reconocer, en qué momento ingresa y egresa", afirmó el abogado de Ayuda a Víctimas de Violación (A.Vi.Vi), Andrés Bonicalzi, que representa a la víctima.

"Para evitarle a Camila estas siete horas de video", detalló el abogado, los investigadores analizan las cintas y tratarán de buscar al sujeto a través de las características físicas que describió la joven de 19 años. 

También se confeccionó un identikit que, por el momento, no se hará público. "Se busca advertir el rostro (en las filmaciones) y poder identificarlo para imputarlo. El identikit por el momento está reservado. Pero si no se puede arribar a los autores (por este método), se hará público identikit", precisó el abogado ante la prensa.

Hoy la joven reportó los detalles del hecho, mientras que su abogado precisó que las imágenes no captan la "circulación" de los clientes del boliche sino que solo "hay imágenes de las puertas de ingreso".

Detalló que, además de las cintas de video, también "se ha secuestrado dentro de documentación sobre titulares del establecimiento y de los que lo alquilaban" para hacer esta fiesta alternativa.

La fiscal Graciela Gils Carbó investiga el ataque que denunció la joven, quien habló ante la prensa como Camila.

La chica reportó que en la madrugada del sábado había ido al local de la avenida Rivadavia 1910 con tres amigas a festejar un cumpleaños y que, en el interior del boliche, cuando circulaban por las instalaciones, fue tomada por la fuerza por un joven rubio y de ojos claros que la besó y la llevó hasta un sector oscuro.

El hombre, contó, abusó de ella sexualmente y después aparecieron otros tres sujetos -a los que ella no pudo ver- que también la golpearon y la violaron.

En declaraciones a los periodistas, Bonicalzi cuestionó que se hable de "una fiesta privada porque se pagaba una entrada y es un boliche con una habilitación municipal", pero alertó que existe un "vacío legal" a la hora de ejercer el control "en estas fiestas vale-todo".

"Vemos que el grupo de violadores busca aprovechar el contexto del ambiente, la circunstancia de libertad sexual, para lograr la libertad del delito. Estamos de acuerdo que existe una norma sobre el derecho de intimidad para qué hace cada individuo con su sexualidad no solo entre cuatro paredes, pero esto es otra cosa, fue por la fuerza y contra su voluntad", afirmó.

El abogado confirmó que una decena de jóvenes se contactaron con AVIVI para reportar que habían sufrido circunstancias similares o tentativas de abuso, pero que no habían hecho la denuncia en la policía.

"A estas chicas hay que prestarles asistencia psicológica y tratar de brindar condición suficiente para sentir un marco de confianza. Las chicas tienen miedo a relatar su historia y hay que dejar en claro que no existe en ningún momento un consentimiento tácito de que alguien aborde su cuerpo" si ella así no lo desea, afirmó.

Es que, según explicó, algunas de las jóvenes que llamaron dijeron haber sufrido esas situaciones pero ellas mismas sostuvieron: "Es que entré (a esa fiesta alternativa) y ahora me la tengo que bancar".

"Esto lo tienen que tener muy en claro las adolescentes y las chicas -dijo-. No se puede naturalizar esta situación no consentida. Nos pasó con una de las chicas que contó que en este boliche había sido abordada por cuatro personas, que la tocaron, que la pasó mal y que no le gustó, pero que no lo denunció porque pensó que era normal" en ese contexto.