Los casos de niños y adolescentes que sufren duras agresiones por compañeros de escuela alertan sobre una situación que preocupa

Cómo puede enfrentarse la violencia escolar

El ministerio de educación nacional publicó una guía con pautas sobre que hacer en estos casos. Especialistas consultados indican que es central la intervención del docente y el ejemplo desde el mundo adulto. Y que la escuela, cuando es necesario, tenga el poder de sancionar.

 

 

Las imágenes vistas por televisión hace pocos días de una indefensa Milagros, la joven de 14 años siendo golpeada salvajemente por otra chica en el sur de la capital de Córdoba a la salida de la escuela mientras otras miraban, o el reciente caso con trágico final, donde un joven apuñaló a otro en Santa Fe, alertan una vez más sobre los casos de violencia escolar que se dan en muchos puntos del país.

Las causas de estos hechos, que pueden ir del denominado "bullying", donde grupos de escolares acosan a otro ya sea en forma personal o por redes sociales, a casos extremos donde chicos y chicas terminan internados por duras golpizas, son complejas y necesitan de un trabajo de contención donde la escuela tiene un rol fundamental.

¿Cómo se puede actuar ante este tipo de casos? El ministerio de educación de la Nación elaboró una guía de intervención para docentes que incluye no solo modos de acción ante la violencia entre los mismos alumnos o contra un educador, sino qué hacer ante otros episodios como el maltrato o abuso infantil, o la discriminación por diversidad de género.

LA GUIA
El ministro de educación de la Nación, Alberto Sileoni, indica que las situaciones de violencia escolar son "complejas y no solo ocurren aquí sino que es un problema en todo el mundo".
La guía, que se consensuó con docentes y especialistas y fue aprobada por el Consejo Federal de Educación, da respuestas "a las escuelas, educadores, familias y jóvenes", expresa el ministro.
Sileoni agrega que se trata de "intervenciones pedagógicas, que son las que debe dar la escuela" y resalta que ante estas situaciones "la intervención del docente siempre es tranquilizadora".

El ministro expresa que "el docente debe saber que es diferente en su rol al del alumno pero que debe estar cerca. Esto permite el diálogo, el saber escuchar".

Algo que destaca la guía es que es muy importante no estigmatizar. "Es importante hablar de roles, no de perfiles. No es lo mismo decirle a un chico "sos" desobediente a "hoy estás desobediente".

Sileoni resalta que la guía impulsa los límites. "Se debe volver al "eso no se hace", pero siempre tratando de generar en el chico una conciencia autónoma. Que el joven o la chica asuma su independencia ante un hecho violento".

ELEGIR LA LEY
Esto es fundamental, advierte el ministro, por ejemplo en casos donde ante una golpiza otros alumnos se quedan mirando sin separar o sacando fotos con el celular. "Que los chicos elijan la ley", apunta.
La política es siempre la de acompañar tanto a la víctima del maltrato como al agresor. "También buscamos acompañar a los docentes, para que el maestro, como a veces ha manifestado ante estas situaciones, no se sienta solo".

La guía, que llegará a las escuelas de todo el país antes de las vacaciones de invierno, puede consultarse en forma online en http://portal.educacion.gov.ar.

Junto a Sileoni estuvieron en la presentación el secretario de educación de la Nación, Jaime Perczyk; el subsecretario de Equidad y Calidad, Gabriel Brener, y el coordinador de inclusión democrática en escuelas, Gustavo Galli.

La guía se propone dar consejos de abordaje antes antes, durante y después de que se de el conflicto.
En la situación anterior al hecho recomienda como importante "no minimizar los pedidos de ayuda de alumnos y alumnas para resolver conflictos. Intervenir con rapidez puede prevenir situaciones de agresiones físicas o verbales más graves.

LOS ADULTOS
En el momento del hecho propone que "cualquier persona adulta de la escuela que presencie situaciones de conflicto entre alumnos intervenga con el fin de bajar la carga emocional, intentando apaciguar cualquier episodio de agresión física o verbal. Y frente a determinadas situaciones, es aconsejable intervenir en compañía de otra persona adulta".

"Es importante que quien haya recibido una agresión encuentre en un adulto la posibilidad de albergar y contener ese momento, y que pueda percibir una actitud de empatía, se sienta comprendido y tranquilizado, ya que hay personas adultas que se harán cargo de la situación".

"Frente a una agresión física, se debe separar a los intervinientes, calmarlos, propiciar serenidad en ese momento, y conversar por separado acerca de los hechos una vez que sea posible dialogar con más tranquilidad".

"En todos los casos, los estudiantes deben quedar en compañía de personas adultas. Si están lastimados, es necesario comunicarse en forma inmediata con el servicio de urgencias, el hospital o la sala de emergencias y luego contactarse con la familia o adultos que los tengan a su cargo".

Por último, luego de la situación violenta se recomienda: "Involucrar al grupo, y no suponer que el problema es solo de algunos, es necesario que el grupo colabore para que no haya malos tratos. Esto no significa culpabilizar al grupo, a la clase, ni desconocer la responsabilidad del docente acerca de la tarea de tomar y trabajar la situación".

"Convocar a las familias o adultos responsables de las o los estudiantes. Proponer espacios de diálogo entre las partes, una vez evaluada la posibilidad del encuentro, una vez que se hayan creado las condiciones necesarias".

"Generar acuerdos y compromisos para la convivencia posterior. Siempre realizar un registro escrito de la situación, detallando las intervenciones realizadas y los acuerdos convenidos".

"Comunicar las sanciones para establecer límites a las transgresiones a las normas acordadas, entendiendo la sanción como punto de partida de un proceso de transformación de los comportamientos y actitudes, y no como un punto de llegada y reparar el daño si lo hubiera".

"Siempre es importante que no se dé lugar a la sensación de impunidad en la institución; para ello se deben establecer límites claros frente a las transgresiones".

MULTIPLES CAUSAS
José Sahovaler, coordinador del departamento de niños y adolescentes de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) recuerda que "la violencia entre jóvenes no es algo nuevo sino que existió siempre. Ocurre que hoy se le dice bullying, como lo definieron los norteamericanos".

"Y esto es bueno porque significa que se está tomando conciencia de que el problema existe. El chico acosado realmente la pasa mal y puede quedar marcado de por vida", advierte el profesional.

Sahovaler indica que el chico que es atacado es el que "no se puede defender, el que se le decía antes "traga", el indefenso, el mejor del grado. Esto también suele ocurrir en el mundo de los grandes, en las oficinas".
El profesional resalta que en estos tiempos a diferencia de otros llama la atención "el exagerado nivel de violencia. Como ha opinado la Iglesia hay una situación de enfermedad".

También algo novedoso es el grado de violencia con que actúan las chicas. Para Sahovaler esto se produce porque "en estos años la mujer con justicia ha ganado y peleado por sus derechos, pero en pos de igualarse con el hombre a veces también ha confundido actitudes, en muchos casos masculinizó su conducta. De ahí que ahora se vean chicas que golpean".

Sahovaler se refiere además al ciberbullying: acoso, burlas que se dan en redes sociales como Facebook y que también causan graves daños en las víctimas. "En un mundo hoy del espectáculo visual es lógico que aparecieran estos ataques. Es más complejo aún trabajar sobre este problema porque no se da en un ámbito físico, es más difícil de advertir".

De todas formas tanto para los casos de violencia escolar y el "ciberbullying" Sahovaler indica que es fundamental el trabajo en la escuela. "La institución si no participa favorece el problema. Es central el trabajo del docente empezando por no negar que la situación ocurre".
Sahovaler opina que también se "deben recuperar las sanciones. La sanción tiene que estar. Ocurre que muchas veces se la confunde con una actitud autoritaria. Pero no es así. Autoridad no es autoritarismo. Si no hay autoridad hay anomia, no hay ley".

 

DONDE PEDIR AYUDA

Ante situaciones de violencia o maltrato el Ministerio da a conocer a algunos organismos e instituciones que se pueden contactar:

* Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas: violenciaenlasescuelas@me.gov.ar; Programa Nacional de Mediación Escolar: mediación@me.gov.ar; Programa Nacional de Fortalecimiento y Desarrollo Profesional de Equipos de Apoyo y Orientación Escolar: 4129-1000. Int 7437; Programa Nacional por los Derechos de la Niñez y la Adolescencia: derechosdeinfancia@me.gov.ar; Unidad de Apoyo Territorial Inmediato en Situaciones Escolares Complejas: inclusiondemocratica@me.gov.ar; Programa Nacional de Convivencia Escolar: comunicacionconvivencia@me.gov.ar; Programa Nacional de Educación Sexual Integral: programaeducacionsexual@me.gov.ar; Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo: http://inadi.gob.ar/; Desarme en la Sociedad Civil: Registro Nacional de Armas: jornadasdesarme@renar.gob.ar; Extravío de Personas: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Registro Nacional de Personas Menores Extraviadas: línea telefónica, la 142 o el 0800-122-2442 que atiende los 365 del año durante las 24 horas; Trata de Personas: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos: Oficina de Rescate y Acompañamiento a Personas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas: oficinarescate@jus.gov.ar. Los denunciantes pueden llamar al (011) 5300-4014 o al 5300-4042. Se reciben denuncias las 24 horas los 365 días del año. Para mayor información consultar: http://www.jus.gob.ar/areas-tematicas/trata-de-personas.aspx