Obispos jujeños manifestaron "preocupación y dolor" por "numerosos signos de muerte" como la inseguridad y el narcotráfico

En su mensaje pascual denominado "Sepan que yo estoy con ustedes todos los días... hasta el fin del mundo", los prelados señalaron que "en estos momentos oscuros advertimos con preocupación y dolor numerosos signos de muerte".

SAN SALVADOR DE JUJUY - Los obispos de la diócesis de Jujuy, César Daniel Fernández, y de la Prelatura de Humahuaca, Pedro Olmedo Rivero, manifestaron su "preocupación y dolor" por "numerosos signos de muerte" como la violencia, la intolerancia, la inseguridad y el narcotráfico.

También resaltaron que "últimamente el costo exagerado de la vida donde la poca plata no puede cubrir sus necesidades básicas".

En su mensaje pascual denominado "Sepan que yo estoy con ustedes todos los días... hasta el fin del mundo", los prelados señalaron que "en estos momentos oscuros advertimos con preocupación y dolor numerosos signos de muerte". 

"Guerras, violencia, intolerancia, el narcotráfico golpeando en nuestra zona, el alcoholismo, la inseguridad que lleva por el camino errado de hacer justicia por mano propia, la conflictividad social queriéndose imponer por la fuerza y la violencia, la ausencia de una paz sólida por la falta de equidad, justicia, comprensión, racismo y postergación en tantos reclamos de nuestros pueblos originarios y últimamente el costo exagerado de la vida donde la poca plata no puede cubrir sus necesidades básicas", enumeraron.

Los obispos indicaron que "ante este panorama, muchas veces nos sentimos perdidos, abandonados, afligidos y fácilmente caemos en el desaliento, las lamentaciones, las críticas destructivas, las protestas sin propuestas y compromiso; nos encerramos cada uno en nuestro pequeño mundo y buscamos donde sacar provecho personal a cualquier precio y sin importarnos los demás".

"Pero ante esta situación tan oscura no podemos dejarnos 'robar la esperanza' y recordar algo que necesitamos urgentemente: El está con nosotros, y reconocer la presencia del Señor Resucitado en el corazón de la comunidad cristiana. Jesús no es un difunto a quien venerar y se da culto, sino alguien vivo que anima, vivifica, da fuerza y esperanza y su Espíritu - a pesar de todo - sigue actuando en la Iglesia y en la historia", continuaron.

Dijeron que "en medio de nosotros está el Resucitado con sus fuerza salvadora y renovadora. Si olvidamos esto se debilita nuestra esperanza, nuestra solidaridad y no podemos encontramos y descubrir a Cristo en los pobres necesitados y marginados".

"El Señor Resucitado está en la Eucaristía fortaleciendo nuestra fe. Está en la comunidad reunida en torno a la Palabra infundiendo su Espíritu e impulsándonos como seguidores de Jesús a la Misión. Está en los pobres y olvidados moviendo nuestros corazones a la compasión, a la ternura, a la misericordia; en una palabra: a vivir el Amor a Dios en ellos", añadieron.