Crítica: "Blue Jasmine", un drama de Woody Allen con la gran actuación de Cate Blanchett

Recordando a Blanche Dubois

 

"Blue Jasmine" (Blue Jasmine). Estados Unidos, 2013. Dirección y guión: Woody Allen. Fotografía: Javier Aguirresarobe. Música: Woody Allen. Actores: Cate Blanchett, Sally Hawkins, Alec Baldwin y Annie McNamara. Presenta: Energía entusiasta. Duración: 98 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.

Cuando Jasmine French (Cate Blanchett) golpea la puerta del departamento de Ginger (Sally Hawkins), su hermana en San Francisco, sabe que su vida ya depende de la caridad de los extraños, como decía su sosías Blanche Dubois en "Un tranvía llamado deseo". Así Woody Allen restaura su herencia de intérpretes femeninas inolvidables, presentando a esta bella burguesa, a la que su reciente matrimonio con un pseudo millonario, llamado Hal (Alec Baldwin), la hizo rica por algún tiempo, hasta que se descubriera su condición de estafador.

Y ahora, convertida nada más que en una pobre heredera de grandes marcas (sólo le quedan una cartera y un buen vestido de popes de la moda), sin educación ni dinero, pero con el orgullo y la manipulación todavía a flor de piel, se dispone a enfrentar una nueva vida.

A través de las hermanas Ginger y Jasmine French conocemos mundos diferentes, pero no tan distintos. El de la clase alta del dinero fresco y el de la clase trabajadora, directa, incapaz de mostrar nada más que su realidad, que puede ser también objetivo de impensables abusos, por señores de impecables trajes a medidas y joyas de Tiffany.

LAS APARIENCIAS
Woody Allen, con su humor y su agudo sarcasmo mezcla caracteres, clases opuestas, escenarios enfrentados para meterse nuevamente en la profundidad de la condición humana. En esa sociedad actual del parecer, de la hipocresía y el representar, pero en la que también hay pequeñas luces simples como Ginger, o su ex marido de origen polaco (otra resonancia de "Un tranvía llamado deseo").

Cerca de los ochenta años, Woody Allen vuelve a las profundidades de sus historias de vida, tan actuales, tan verosímiles. Su personaje Blue Jasmine, con la increíble Cate Blanchett cala hondo en la agonía de calmantes, fobias y arrebatos de la moda y remeda ciertas actitudes y gestos de maldad que la entroncan con heroínas shakespirianas como Lady Macbeth. Aunque claro, asordinada por haber nacido en el siglo XX y estar pasando uno de los peores momentos económicos de los Estados Unidos.

Inolvidable es la actuación, interior, profunda, de Cate Blanchett, mientras que Sally Hawkins, como Ginger, es toda espontaneidad y alegría.

Woody Allen con su diseño de producción y música exquisita, vuelve a las andadas, mejor que nunca. Quién sabe qué otras sorpresas aún nos deparará en el futuro este genial director estadounidense.
Calificación: Muy buena