Expertos señalan que podemos volver a autoabastecernos con más exploraciones y nuevos procesos de extracción, como en Vaca Muerta

¿Hay o no hay petróleo en la Argentina?

El acuerdo con Chevron puede abrir un mejor panorama en materia energética, pero a largo plazo. Es importante también generar un mejor clima de inversión y rentabilidad.

El anuncio hace pocos días del acuerdo entre YPF y la norteamericana Chevrón para la explotación del yacimiento conocido como Vaca Muerta puso una vez más de manifiesto, la preocupación que hay en este tiempo por generar recursos que permitan al país volver a contar con el autoabastecimiento de combustibles.

La reestatización de la petrolera de bandera nacional y el acuerdo con la empresa norteamericana son intentos por mejorar el volumen de hidrocarburos locales, ante una importación de combustibles que se estima actualmente en 10 mil millones de dólares.

Sin embargo ¿La Argentina tiene la potencialidad necesaria en sus suelos para volver a autoabastecerse? El licenciado en Geología Luis Stinco, del Instituto del gas y del petróleo de la Facultad de Ingeniería de la UBA señala a La Prensa que "existe un potencial".

Para poner en contexto la situación, Stinco indica que el hecho de importar combustibles no es algo nuevo. "La Argentina siempre importó y exportó combustibles. La mezcla en las refinerías nunca dio para abastecer todo tipo de necesidades. Por ejemplo, con algunos lubricantes".

"Esto no significa -continúa- que hoy no estemos complicados con la producción. Esto se dio por la merma de campos, terrenos que tenemos, muchos agotados o que generan menos volumen. Y porque ya no se han encontrado lugares para extraer volúmenes grandes".

LOS NEGOCIOS

Según Stinco esto se da en parte, porque el ambiente de negocios del sector no es el más apropiado. "Los descuentos, las retenciones ayudan a generan una situación donde los proyectos no se mostraron como rentables y la inversión bajó".

El experto aclara que "la existencia de hidrocarburos está pero en términos económicos puede no resultar rentable, entonces no se explora, no se invierte".

Stico recuerda que el país cuenta con importantes cuencas petrolíferas: "Tenemos la del noroeste, con Salta, Jujuy y Formosa: la cuyana con Mendoza; la neuquina en el sur de Mendoza, Neuquén y La Pampa; la del Golfo San Jorge, en Chubut y Santa Cruz; la Austral en Santa Cruz y Tierra del Fuego; y la off shore, en el mar argentino frente a la Patagonia".

El 13 de diciembre de 1907 se descubrió petróleo en la Cuenca del Golfo San Jorge. La Cuenca Neuquina se agregó en 1918, así como la Cuenca del Noroeste lo hizo en 1926. La Cuenca Cuyana se sumó en 1932 y la Cuenca Austral, en 1949.

OTRA EXTRACCION

La falta de posibilidad de extraer en forma convencional el petróleo, hace surgir la posibilidad de apostar por otro tipo de extracciones, como la de Vaca Muerta.

"Son trabajos distintos donde aparece el uso de agua, vapor, polímeros. Se necesitan de inversiones muy grandes y es fundamental contar con empresas apropiadas que conozcan el tema", dice Stinco.

En este sentido, el geólogo ve con buenos ojos que se haya hecho un acuerdo con Chevron. "En Estados Unidos se viene trabajando con este tipo de extracciones desde hace 40 años. Es muy importante contar con expertos, lo que se dice el "know how" adecuado. También quien brinde servicios, como la empresa que se encargue de la "fractura" al perforar el suelo".

"Por eso es muy importante trabajar con gente que sabe del tema. El problema es si se llama a alguien y se asocia con una empresa que no conoce, y entonces no se consiguen resultados".

RECURSOS Y RESERVAS

Para Stinco las cuencas petrolíferas del país tienen potencial de extracción. Pero diferencia entre recurso y reserva. "La Argentina hoy cuenta con recursos. Es decir con inversión, investigación se puede lograr extraer petróleo en grandes cantidades".

"La reserva ya es cuando el proyecto es económicamente rentable. Cuando ya se sabe lo que se va a extraer, a cuanto se puede vender. Es decir que la Argentina para lograr reservas tiene que seguir un largo camino".

Según el experto, hoy nuestro país se ubica entre los primeros treinta productores de combustibles y es el quinto productor de Latinoamérica. "Las posibilidades de producir en Argentina son buenas porque además de los recursos, hoy hay una necesidad de producir por el desarrollo industrial".

"Es decir todo lo que se extrae se vende. Además hay buenos recursos humanos para trabajar en desarrollo tecnológico", opina el especialista de la UBA.

De todas formas, aclara que la recuperación energética es un trabajo a largo plazo. "Se requiere de planificación, los resultados no se dan de un día para el otro. Pero si se hacen las cosas bien en un tiempo el país puede volver a generar recursos que permita que haya autoabastecimiento en casi todos los tipos de combustibles".

LAS ROCAS MADRE

La esperanza de generar nuevos recursos está puesta en la extracción de combustible de las llamadas rocas madre como la de Vaca Muerta. Este tipo de rocas tiene un proceso de sedimentación y transformación, que en el caso de la Patagonia, está a grandes profundidades, se señala en el libro "el ABC de los hidrocarburos en reservorios no convencionales", publicado por el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas.

En la publicación se explica que la misma, está compuesta, en su mayor parte, por arcillas con un pequeño contenido de arenas y material carbonático. Dependiendo de su composición, es habitual denominarla con el término extranjero "shale".

Términos como "gas de esquisto" o "shale gas", refieren al gas contenido en este tipo de rocas. Una de las características principales de esta roca generadora es su relativamente baja porosidad y escasa permeabilidad (semejante, para dar una idea, a la del asfalto de la ruta).

Es decir que, en la roca generadora, el petróleo y el gas se encuentran encerrados u ocluidos en millones de poros microscópicos, sin contacto entre ellos.

LOS MOVIMIENTOS

Por este motivo, los hidrocarburos no pueden desplazarse por el interior de la formación ni escaparse de ella. Pero, se sabe, la corteza terrestre se mueve. Y esos movimientos, sumados al propio proceso de generación de los hidrocarburos, en algunos casos, fueron rompiendo la roca madre y generando innumerables fisuras.

A través de estas pequeñísimas fisuras, parte de los hidrocarburos pudieron escapar de la roca generadora. Las fisuras, entonces, se convirtieron en verdaderos caminos por los cuales parte del petróleo y del gas contenidos en la roca generadora pudieron liberarse de ella y comenzar a migrar hacia otras formaciones, más porosas y permeables, a través de las cuales el petróleo y el gas podían moverse con mayor facilidad.

Los hidrocarburos que lograron escapar de la roca generadora lo hicieron generalmente hacia la superficie (el lento movimiento ascendente de estos fluidos se conoce como "migración").

A lo largo de millones de años, la migración llevó a los hidrocarburos a atravesar gran diversidad de rocas, normalmente acompañados por agua presente en distintas formaciones.

EL AGUA

Una de las cuestiones a resolver para extraer combustible de rocas madres, y que generan más polémica es que debe hacerse utilizando agua a presión. Y también hay que perforar teniendo que tocarse acuíferos. Justamente en Vaca Muerta gente del lugar, comunidades de la zona denunciaron que el agua potable se contamina con petróleo.

En el libro del Instituto del gas y del petróleo se explica que existen maneras de proteger el agua. "El agua subterránea se protege durante la perforación por medio de una combinación de un encamisado de acero protector y cemento, lo cual constituye una práctica muy consolidada".

Una vez terminado el encamisado y fraguado el cemento, se corren por dentro de la tubería unos perfiles que permiten visualizar si hay alguna falla de hermeticidad en el pozo. De haberla, es reparada".