Crítica: "El gran simulador", el documental sobre el gran ilusionista René Lavand

Un rey para todas las cartas

"El gran simulador". Argentina, 2012. Documental. Dirección y guión: Néstor Frenkel. Fotografía: Guillermo Nieto, María Laura Collasso y Diego Poleri. Música: Gonzálo Córdoba. Con la participación de: René Lavand, Nora Gómez, Rolando Chirico y Diego Santos. Presenta: KA Films. Duración: 73 minutos. Calificación: Para todo público.

Su nombre de batalla es René Lavand y el mundo artístico lo conoce por la cartomagia, ese oficio de la magia que lo hace dominar las barajas.
El filme lo muestra en su casa de troncos, en Tandil: un lugar paradisíaco.
La cámara de Néstor Frenkel fotografía al ilusionista rodeado de árboles, plantas y flores, un enano de jardín, un gato elegante y a él mismo, con ese modo tan nuestro, mezcla de ironía socarrona, de "ya lo viví", mientras su mano desafía la ausencia de la otra.
René Lavand es argentino y Nora Gómez, su compañera de treinta años preparan el material que atestigua una vida. Más de cincuenta años de presentaciones, que incluyen actuaciones en el show de Ed Sullivan, España, México, Japón y junto a Juan Carlos Mareco en Buenos Aires y esa "tarea de los artistas que se preparan para entretener a los que trabajan", como le decía don Atahualpa Yupanqui. Lavand se muestra y se oculta en su oficio y maravilla en su constante tarea de desafiar al azar.

LARGO OFICIO
El director Néstor Frenkel lo muestra desarrollando su oficio en su "laboratorio personal", un vagón de tren devenido sala de ensayo, donde el maestro despunta y afina el oficio, mientras espera un obsequio particular de Estados Unidos, la escultura de su mano, la que usa para su juego, o la que se fue y que con su ausencia apuntaló la necesidad de la otra de compensarla.
René Lavand se muestra en su recorrida por la ciudad de Tandil, en su pasado de éxitos, con su sombrero tejano. En su trato con amigos, o en su evocación de Homero Manzi cuando habla de los naipes, "cartones pintados con palos de ensueño, de engaño y amor. La vida es un mazo marcado, baraja los naipes la mano de Dios".

LA PERFECCION
Con agudeza, riéndose un poco de su búsqueda de la perfección, Lavand nos da los simples consejos de un artista. Habla de la paz que da el amor a la creatividad, del trabajo diario para mejorar el oficio, ése que queda después de eliminar lo que está de más.
El director Néstor Frenkel con "El gran simulador" encontró ese tipo de personaje que consume la mirada y puede opacar todo lo que está alrededor.
Frenkel lo supo ambientar y lo rodeó de lo querido y de esa naturaleza presente en las ramas de un árbol, el trino, o el movimiento elegante de un pájaro y todo el verde del jardín. Y todo suma para completar la radiografía de este "señor de las cartas", en permanente búsqueda de imitar la Naturaleza en su juego de perfección. El final es imperdible, cuando el cine, máximo artificio, logra que la mano ausente inicie un desafío con la presente, ayudado por los naipes impasibles, verdaderos palos de ensueño.
Calificación: Muy buena