La madre del doble homicida de Lincoln reveló que su hijo "quería matar a todas sus mujeres"

Marta Greco explicó que a Miguel Angel López "con las mujeres se le taraba la cabeza y les pegaba trompadas o las amenazaba con un cuchillo". Pese a eso, confesó que "yo jamás pensé que haría algo así".

Marta Greco, madre de Miguel Angel López, el hombre que mató a su ex pareja e hija de 10 años en la ciudad bonaerense de Lincoln, reveló que su hijo "quería matar a todas sus mujeres", ya que "estaba obsesionado".
López, quien se suicidó tras cometer el doble homicidio, "era posesivo y dominante" con sus parejas, y de chico vio "cómo su padre pegaba" a su mamá.
Así lo relató Greco luego de participar ayer del entierro de su hijo de 41 años, quien mató de casi 20 puñaladas a Nélida Roxana Bustos, de 35, y a la hija de esta, Evelyn Sarmiento, de 10, que falleció al recibir seis cuchilladas.

"Mi hijo quería matar a todas sus mujeres, estaba obsesionado. Pero yo jamás pensé que haría algo así", confesó Greco.
La madre de López añadió: "Con las mujeres se le taraba la cabeza y les pegaba trompadas o las amenazaba con un cuchillo".
"Una vez vendió una heladera para comprar un revolver porque quería matar a una de su ex. A una de sus suegras la agarró del cuello en la calle, a las chicas las corría cuando las veía", detalló Greco.
La mujer manifestó su hijo observó cuando su padre le pegaba a ella. "El vio todo eso, lo sufrió hasta los 8 años, vio cómo su padre me pegaba, pero me cansé un día y agarré un cuchillo y amenacé a mi marido y me fui con los chicos de la casa", recordó.
Greco destacó que López era "educado y excelente persona", pero de inmediato pidió disculpas por lo hecho por su hijo, al subrayar: "Soy conciente de lo que era Miguel, pero soy la madre".
El doble crimen ocurrió el jueves pasado en una vivienda de la calle Cerro Catedral 1160 del barrio La Loma, de Lincoln.
Allí fueron sorprendidos durmiendo los ocupantes de la casa: la dueña Bustos recibió casi una veintena de cuchilladas, mientras sus hijos mayores Evelyn y Alexander, de 14 años, alcanzaron a escapar pero con la nena ya herida, que después falleció.
En la casa quedó viva la beba de seis meses, hija de López y Bustos.
Más de doce horas después del doble homicidio, López -ya denunciado por amenazas y violencia por parejas anteriores- fue encontrado ahorcado con alambre en una tapera que pertenecía a un allegado (padrino de su hija menor), en un camino vecinal de las afueras de Lincoln.
En un primer momento se había creído que López podría haber contado con ayuda para llegar hasta allí porque no tenía auto y no se había llevado la bicicleta con la que llegó hasta la casa donde cometió los homicidios.
Pero apenas se halló el cadáver de López se descartó esa posibilidad porque para un conocedor de la zona -como era el acusado- podría haber llegado caminando unos 10 kilómetros tomándose sus tiempos de descanso y sin necesidad de cómplices, evaluaron los investigadores.