Crítica: "La cola" un grotesco argentino, bien actuado por Awada, Gasalla y Ana María Picchio

Enfoque a la viveza criolla

La película de Enrique Liporace y Ezequiel C. Inzaghi muestra la picardía argentina, típica de los barrios periféricos y lo hace mediante un estilo grotesco, con elementos fantásticos, que le permiten despertar interés en el espectador.

"La cola". Argentina, 2012. Dirección y guión: Enrique Liporace y Ezequiel C. Inzaghi. Fotografía: Ignacio Torres. Música: Alexander Ezquer. Actores: Alejandro Awada, Lucrecia Oviedo, Ana María Picchio y Antonio Gasalla. Presenta: 3C Films Group. Duración: 104 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.

 
La "opera prima" de Enrique Liporace y Ezequiel C. Inzaghi, se propone ser una radiografía de los argentinos de clase media baja y de aquellos que viven de las changas.
 
Su protagonista Félix Cayetano Gómez (Alejandro Awada) es un personaje curioso, por la "profesión" que eligió. Como su madre lo tuvo un 7 de agosto, durante una de las esperas en San Cayetano, el hombre encontró una forma fácil de ganarse la vida: se dedica a guardarles un lugar en la fila para ingresar a la iglesia, a todos los que le pagan por hacerlo.
 
El dice que su trabajo es el de "gestor". Félix tiene otros amigos, que también se dedican a hacer "colas" para comprar entradas para los Rolling Stones, o para otros recitales de rock, para luego revenderlas.
 
Félix tiene una hija de poco más de veinte años y se presume que su mujer murió, aunque eso no queda claro. Hace dos meses que debe el alquiler del cuarto en la pensión en que vive, pero como es el amante de Mirta (Ana María Picchio), la dueña del lugar, va sorteando las dificultades.
 
LOS "COLEROS"
 
El protagonista sueña con fundar un sindicato de "coleros", como se autodenominan él y sus amigos, una serie de personajes algo temibles, que además de hacer la fila en San Cayetano, también roban billeteras a los más distraídos.
 
El padre Antonio, que conoce a Félix desde que nació, le dice que la religión ya no es la antes y hasta le propone tirarle las cartas para ayudarlo a encontrar un camino.
 
La película de Enrique Liporace y Ezequiel C. Inzaghi muestra la picardía argentina, típica de los barrios periféricos y lo hace mediante un estilo grotesco, con elementos fantásticos, que le permiten despertar interés en el espectador.
 
Entre losactores que saben incursionar con comodidad por el grotesco, se destacan Alejandro Awada (Félix), Ana María Picchio (Mirta) y Antonio Gasalla (Antonio).
 
Calificacion: Buena