Crítica: "Essential killing" es una coproducción europea sobre un crudo drama humano

Dura necesidad de sobrevivir

Ficha técnica:
"Essential killing" (Essential killing). Coproducida entre Polonia, Irlanda, Hungría y Noruega, 2010. Dirección: Jerzy Skolimowski. Guión: Jerzy Skolimowski, Ewa Piaskowska y James McManus. Fotografía: Adam Skikora. Música: Pawel Mykietyn. Actores: Vincent Gallo, Emmanuelle Seigner, Zach Cohen, Iftach Ophir y Nicolai Cleve Broch. Presenta: Ifa Cinema. Duración: 83 minutos. Calificación: Para mayores de 13 años.

El filme habla de la supervivencia. De la lucha por la vida, de la posibilidad de un hombre de convertirse casi en un animal con la sola esperanza de la permanencia. Aunque no hay demasiadas alusiones a espacios geográficos, sabemos que alguien es capturado en Afganistán por militares estadounidenses y enviado a Europa detenido. Hay un accidente y la libertad es un bosque nevado, la soledad y la posibilidad de sobrevivir a pesar de todo.

Con mucho de epopeya, una naturaleza implacable que trata sin quererlo, de tragar al que huye, se llame como se llame, sea o no Mohammad, talibán o quién haya huído, "Essential Killing" se convierte en casi una leyenda de lo que puede arriesgar el hombre en procura de la libertad.

ESTETICA EXQUISITA

Su director pertenece a la "aristocracia" de la intelectualidad polaca. Esos como Wajda, Zanussi o Munk que conmocionaron la pantalla dando una vuelta al cine del Este. Se trata de Jerzy Kawalerowicz, el gran director de "El Grito", el guionista de "El cuchillo bajo el agua", la recordada película de Polanski.

Como en la mayoría de los filmes del realizador polaco, su protagonista es alguien que no forma parte del sistema, algo así como un desclasado, un antihéroe, casi suspendido en medio de una naturaleza bella pero hostil.

Película de exquisita factura estética, cuidada banda sonora y la ausencia por parte de su protagonista de una voz que lo identifique. Sólo podemos rastrearlo por sus arrastres sobre la nieve, sus actitudes casi animales y la persistencia de su deseo de vivir. Película nada concesiva, austera, casi cruda, pero simbólicamente capaz de manifestar la ilimitada capacidad del hombre por continuar en la tierra. Excelente actuación de Vincent Gallo.

Calificación: Muy buena