Aníbal Fernández enfatizó que no cree que "exista nunca" una iniciativa de esas características

Desde el oficialismo afirman que la reforma constitucional no está en la agenda

"Nunca escuché a la presidenta (Cristina Fernández) hablar de eso, lo ha impuesto la oposición. Yo no voy a hablar de eso porque no forma parte de la agenda de trabajo (del Gobierno) por ahora y no creo que exista nunca", remarcó el senador.

El ex jefe de Gabinete kirchnerista y senador Aníbal Fernández aseguró hoy que "no forma parte de la agenda de trabajo por ahora" un proyecto de reforma de la Constitución y enfatizó que no cree que "exista nunca" una iniciativa de esas características.

"Nunca escuché a la presidenta (Cristina Fernández) hablar de eso, lo ha impuesto la oposición. Yo no voy a hablar de eso porque no forma parte de la agenda de trabajo (del Gobierno) por ahora y no creo que exista nunca", enfatizó Fernández.

En declaraciones radiales, el legislador apuntó de las renovadas versiones sobre el particular contra sectores de la oposición y aseguró que "lo instalaron también (el CEO de Clarín, Héctor) Magnetto y los alcahuetes que responden a su designios cuando se le antoja".

La supuesta decisión del Gobierno de avanzar con una nueva reforma constitucional en el Congreso con la intención de buscar la reelección indefinida de la jefa del Estado fue difundida, entre otros, por el diputado de GEN Gerardo Milman, que habló de "escarceos" en el oficialismo como "el inicio de una estrategia para evitar que el kirchnerismo duro se le escurra el poder".

Milman explicó que "el juez (de la Corte Suprema Eugenio) Zaffaroni, el diputado y (ex ministro de Agricultura) Julián Domínguez y otros voceros oficiosos del Gobierno son la punta del iceberg del intento de perpetuarse en el Gobierno" y alertó que "no tienen un interés federalista ni institucional, sólo la glotonería del poder".

Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados, había rechazado la posibilidad de que el oficialismo presente en los próximos meses un proyecto legislativo de reforma, no obstante al ser consultado por qué habría que modificar la Carta Magna reconoció que hay "una agenda pendiente".

Puso como ejemplo que en la provincia de Buenos Aires "perdimos el Colegio Electoral que nos permitía garantizar el federalismo" y hoy "no tiene instrumentos jurídicos, porque quedó sepultado definitivamente en la Constitución del año '94. No podríamos discutir una nueva ley de Coparticipación los bonaerenses con los requerimientos constitucionales de esa reforma".

"Creo que estas cosas, más tarde o más temprano en la política argentina, habrá que discutirlas con más tranquilidad", admitió, aunque calificó de "disparate" que el oficialismo evalúe la posibilidad de una reforma para incluir la posibilidad de que Cristina Fernández busque su re-reelección.

"No puede ser que nos corra permanentemente el temor del cuco (de la re-reelección). La presidenta tiene una vocación ciudadana y un compromiso democrático: ella misma disipó cualquier posibilidad de este tema", dijo.

Domínguez se refirió así a las afirmaciones de la propia mandataria al inaugurar las sesiones del Congreso el año pasado en réplica a la polémica desatada por el diputada kirchnerista, Diana Conti, que había hablado de una reforma para lograr una "Cristina eterna".

En aquella oportunidad, la jefa del Estado ironizó sobre la controversia al preguntarse "si no he podido lograr que me aprueben el Presupuesto, alguien me puede explicar cómo voy a lograr una reforma Constitucional?".

Desde la oposición recordaron que una reelección indefinida no es nuevo para el oficialismo porque Néstor Kirchner, cuando era gobernador de Santa Cruz, impulsó en 1998 la reforma de la Constitución de su provincia para habilitar su continuidad.

En tanto, cercanos al kirchnerismo como el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni insistieron en encarar una modificación de la Carta Magna, aunque en su caso no habla de reelección indefinida, sino de la necesidad de impulsar un sistema parlamentario de gobierno.

La última reforma de la Constitución se produjo en 1994 como resultado del Pacto de Olivos firmado entre Raúl Alfonsín y el menemismo y que habilitó la reelección del entonces presidente Carlos Menem.