La hora de los artesanos

Ficha técnica:
"Teatro Colón: Música, palabras y silencio". Argentina, 2010. Documental. Dirección: Bebe Kamín. Fotografía: Guido Lublinsky y Carlos Wajsman. Música. Presenta: Magoya Films. Duración: 70 minutos. Calificación: para todo público. Sala: únicamente Arteplex Belgrano.

Este documental sobre la restauración arquitectónica del Colón, fue registrado por Bebé Kamín, entre octubre de 2006 y septiembre de 2007 y permite un mínimo acercamiento a lo que fue la monumental obra de puesta a punto de la sala fundada el 25 de mayo de 1908.

Kamín hace un amplísimo recorrido por las obras, como si con su cámara espiara a artesanos, restauradores, operarios y se detuviera a dialogar unos minutos con ellos, a la vez que acerca su lente a algunas de esas telas desgastadas, descoloridas, por el paso del tiempo, que obligó a que se las interviniera milimétricamente para recuperar parte de su color original y lo mismo sucedió con algunos de los bordados en relieve.

RECORRIDO INTIMO

Es curioso ver a través de las imágenes la platea levantada y escuchar que algunos técnicos dan cuenta que debajo del patio de butacas, existe una plataforma que se eleva, o también redescubrir la cúpula que tiene un fondo de pintura y sobre el cielorraso, el fallecido Raúl Soldi, plantó la tela pintada con sus criaturas que tanto asombro producen en el que mira hacia arriba al ingresar a la sala.

Kamín intenta mediante sus imágenes un diálogo con la música, durante los ensayos de la orquesta, o en las funciones, luego de su reapertura y la arquitectura del lugar compuesta de innumerables molduras, pinturas e imágenes, que a simple vista, quizás no pueda apreciarse el trabajo tan detallista de los artesanos que participaron de su puesta a nuevo, pero que a través del documental se admira la paciencia y el entusiasmo con que fueron realizados.

A lo largo de la película se habla de la dificultad para armar los andamios, de tal modo que no arruinara balcones de palcos o cielorrasos, de que muchas de las telas, son una mezcla de seda y algodón, o que fue muy difícil conseguir un cristal parecido al original de las tulipas que se tuvieron que reemplazar.

Es interesante observar cómo el director confronta el monumental andamiaje de la restauración con los dorados de la sala, lo que otorga una visión extraña, fantasmal, o quizás tan inquietante, como observar al director de orquesta dirigir el Bolero, de Ravel, con tal entusiasmo en sus movimientos, que pareciera estar librando un match de box con el aire, en tanto los músicos también mueven sus cuerpos para acompañar el voluminoso sonido de esa conocida obra, que fuera bailada por Jorge Donn.

Al documental quizás le faltó dar a conocer los nombres de las personas que hablaron u opinaron a lo largo del filme sobre la restauración, quién lideró la obra, o cómo se fueron dividiendo las tareas. Aunque la idea del realizador con este documental, como lo especifica al final, es nada más que rendir un homenaje a la legendaria sala de la calle Libertad y Viamonte.

J. C. F .