Sismos: ¿por qué tiembla el mundo?

La sucesión de terremotos de este año hizo surgir varias preguntas: ¿el mundo está temblando más ahora que en otros años?, ¿hay relación entre los sismos o es una coincidencia? A dos meses del temblor que estremeció a Chile, ayer el país vecino volvió sacudirse aunque sin consecuencias graves. La Prensa consultó a especialistas y disipó las dudas.

Especialistas y organizaciones aseguran que no estamos viviendo una ola anormal de terremotos y que los sismos que están sacudiendo al mundo están dentro de lo esperado. Además, afirman que la sensación de que la tierra esté temblando más de la cuenta se debe a la mayor cobertura de los medios de comunicación y a los avances tecnológicos.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) se ha encargado de blanquear las dudas y mitos existentes acerca de los sismos y, además, asegura que aunque pueda parecer que estamos teniendo más, los de magnitud 7.0 o mayor se han mantenido relativamente constantes durante todo este siglo y parecen haber disminuido en los últimos años.

El USGS explica por qué existe la percepción de un incremento importante en los terremotos y brinda una serie de respuestas a esta pregunta.

En primer lugar, asegura que aunque pueda parecer que estamos teniendo más sismos, éstos se han mantenido relativamente constantes durante todo este siglo.

Según esta organización en 1931, había alrededor de 350 estaciones que operaban en el mundo y hoy en día hay más de 4 millos, incluso los datos que brindan ahora vienen con más en rapidez por télex, ordenador y satélite. Esta mejora le ha permitido al USGS y otros centros sismológicos localizar muchos pequeños terremotos que no fueron detectados en años anteriores.

De acuerdo a los registros que posee el USGS a largo plazo (desde alrededor de 1900), se esperan unos 18 terremotos de gran intensidad (7.0 a 7.9) y uno grande (8.0 o superior) en un año determinado.
Según el servicio estadounidense, luego de hacer una revisión de lo sucedido entre 1996 y el 2001, se determinó que 1992 y 1995-1997 fueron los años que han alcanzado o superado el promedio a largo plazo de grandes terremotos desde 1971.

En 1970 y en 1971 hubo 20 y 19 grandes temblores, respectivamente, pero en otros años el total era en muchos casos muy por debajo del 18 por año.

Para Raúl Goubat, técnico del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) "no es verdad que estén ocurriendo más terremotos que antes. Son un fenómeno natural, pero aleatorio que no tiene sincronicidad en el tiempo y no se puede hacer predicción del momento en el que ocurrirá ni de cuanta magnitud tendrá. Pueden haber tres hoy y, a lo mejor, en los próximos diez años no va a haber más".

POBLACION

Como segunda explicación, la organización norteamericana, asegura que la población en riesgo es cada vez mayor. Mientras que el número de grandes terremotos es bastante constante, la densidad de población en las zonas propensas a sismos no deja de aumentar.

En algunos países, la construcción de nuevos edificios -resultado del crecimiento de la población- tiene una mejor resistencia a los temblores, pero en la mayoría casos este tipo de construcciones no se hace, por lo que en la actualidad se observa un incremento de víctimas por este fenómeno igual al de años anteriores.

Goubat concordó y aseguró que "el avance de la tecnología es uno de los factores y otro es el aumento de la población. Las ciudades cada vez tienen más habitantes, entonces si ocurre un terremoto en zonas altamente pobladas los daños pueden ser mayores".

Para la USGS, el tercer motivo por el cual existe una percepción de que está ocurriendo una atípica ola de movimientos telúricos es la mejora en la comunicación global. Explica que si hace apenas unas décadas, varios cientos de personas hubieran muerto por un terremoto en Indonesia o el este de China, por ejemplo, los medios de comunicación en el resto del mundo no lo sabría hasta varios días o semanas más tarde, ocasionando que la noticia quede relegada a las últimas páginas del diario.

Otro dato que marca la diferencia es que Internet ni siquiera existía. Ahora, en cambio, estamos recibiendo la información casi de inmediato.

"Estamos dentro de los parámetros normales, no está pasando nada anormal. Lo que si está ocurriendo es una mayor cobertura de parte de los medios de comunicación. La velocidad en la que circula la información es mucho mayor, si hoy ocurre un terremoto en Turquía en cinco minutos nos enteramos, es más, hasta lo podemos ver en vivo por Internet. En cambio, hace diez años te enterabas a los seis meses", explicó Goubat.

PSICOLOGIA HUMANA

Como última razón el USGS menciona dos factores: la agrupación de terremotos y la psicología humana.
Que los sismos se encuentren distantes en lugar, pero cercanos en el tiempo, no implica que estén casualmente relacionados. Cuando ocurren agrupaciones de terremotos, especialmente cuando están ampliamente difundidas en los medios de comunicación, son noticia. Sin embargo, nadie considera notables los períodos igualmente anómalos durante los cuales no se producen estos temblores destructivos.

Desde la organización norteamericana se afirma que un aumento temporal en la actividad sísmica no quiere decir que un gran terremoto está a punto de suceder. Del mismo modo, la quietud o la falta de sismicidad, no significa que un gran movimiento telúrico va a ocurrir. Un aumento temporal o reducción en la tasa de sismicidad es por lo general sólo una parte de la variación natural.

Y aseguran que no hay forma de saber si la próxima vez que la tierra tiemble ocurrirá un sismo mayor. Los enjambres de eventos pequeños, sobre todo en las áreas geotérmicas, son comunes, y los terremotos de magnitud moderada-grande suele tener una secuencia de réplicas que le sigue. Todo lo que es normal y esperable en este fenómeno de la Tierra.

"Los terremotos tampoco son más destructivos o más intensos ahora, eso a ocurrido siempre. No es algo anormal, está dentro de lo previsto. Lo que tenemos que estar es preparados, ya que no sabemos cuando va a venir uno. Esto se logra a través de edificaciones preparadas para no colapsar, que sean sismo-resistentes, lo que evitaría víctimas", dijo Goubat.

 Y agregó que "otro tema es que la gente sepa lo que es un sismo, cómo actuar antes y después".