Del chamanismo a los grandes laboratorios

El conocimiento ancestral de las propiedades curativas de las plantas ha desarrollado una verdadera farmacopea entre los chamanes, como parte de una integración religiosa del hombre con la naturaleza. Incluso hoy, su uso no sólo está extendido entre los curanderos e indígenas, sino también entre los habitantes de grandes ciudades que aprecian sus propiedades curativas.

Una infusión de hojas de coca por ejemplo, es el mejor paliativo contra el mal de altura. El ají (Capsicum pubescens) repele los mosquitos y previene el paludismo. La granadilla (Pasiflora ligularis) y la infusión de boldo (Peumus boldus) son estimulantes estomacales y biliares.

"La medicina más expandida fue, en ciertas áreas, el chamanismo, y en otras áreas -estamos hablando de tiempos más modernos- la medicina humoral hindú, griega, romana, persa, árabe y china", explicó la doctora Anatilde Idoyaga Molina, para luego añadir: "Es decir que la mitad de los pueblos hoy está influenciada por las medicinas humorales y han tomado las especificaciones sobre cálidos y fríos. El tratamiento de la enfermedad básicamente tiene que ver con dietas que compensen los balances de los humores".

Según precisó la especialista, la medicina humoral supone que los seres humanos tenemos cuatro humores, que son la bilis amarilla, la bilis negra, la sangre y la flema. "Para estar sano, el ser humano tiene que tener esos cuatro humores en equilibrio", subrayó. Asimismo, una pequeña variación de alguno de los cuatro elementos sobre los otros tres determinará cómo será la complexión, temperamento o personalidad de un individuo: "Si prevalece la sangre, será de temperamento sanguíneo; si prevalece la bilis amarilla será colérico; si prevalece la flema será flemático; y si prevalece la bilis negra será melancólico. No hay separación entre enfermedades mentales y enfermedades del cuerpo sino que el hombre es pensado como una unidad, y lo que hoy llamamos enfermedades mentales se trataban con las mismas técnicas que las enfermedades "corporales"", argumentó Idoyaga Molina.

Aporte

En tanto, tras el surgimiento de la medicina humoral, las prácticas chamánicas "quedaron localizadas en el área del Círculo Artico (esquimales, tunguces, kamchales, lapones y en la mayoría de los grupos indígenas del Africa subsahariana", detalló la directora del CAEA.

"En América del Sur -prosiguió- fue muy rico el descubrimiento del chamanismo porque se hallaron una cantidad de plantas alucinógenas, que son usadas ritualmente por los chamanes, tales como la ayahuasca".

Según afirmó Idoyaga Molina, en la medicina chamánica no sólo intervienen los elementos de la naturaleza sino también la espiritualidad del hombre: "Esos chamanismos también usan toda clase de plantas para la terapéutica de los enfermos dado que de acuerdo con la visión de los nativos, los espíritus de las plantas le revelan al chamán sus poderes curativos y cómo los debe usar. Esto se suma a curas rituales religiosas".

En la actualidad, el chamanismo revela ciertas influencias de otras culturas. "Hay grupos asiáticos que mantienen su chamanismo y han incorporado la idea de karma y otras ideas del hinduismo", aseguró.

"En las sociedades indígenas de la Argentina -agregó- el chamanismo existe entre los guaraníes, los grupos indígenas del área del Gran Chaco (pilagá, tobas, macaco o wichi, chorote, chulupí, los mbya, tapiete), y los mapuches en el Sur".

Tanto Idoyaga Molina como el doctor Federico Pérgola explicaron que la sabiduría indígena ha ejercido -y ejerce aún hoy- su influencia en la medicina occidental. "Los laboratorios van a grupos indígenas para ver qué plantas usan. Los grupos indígenas de la Amazonia son muy visitados por farmacólogos y antropólogos. Así han descubierto muchísimo", destacó la investigadora del Conicet.

"Hay algunos elementos útiles y los usan todavía hoy: se buscan los chamanes de las tribus que están perdidas, por ejemplo, en el Amazonas y se les pregunta qué usan para determinada enfermedad. Cuando varios chamanes dicen la misma planta, esa planta es estudiada por la industria farmacéutica", apuntó Pérgola, quien además añadió: "Así salió del taxol el remedio para el tratamiento del cáncer de mama".