EL candidato demòcrata se impuso sobre el republicano John McCain en una jornada que marcò un récord de participación

En una elección histórica Obama vence la última barrera racial para llegar a la presidencia de los EE.UU

Obama selló una sólida victoria tras ganar en estados como Ohio, Iowa, Florida y Virginia, que se sabía definirían estos comicios. Fue una victoria abrumadora que no se daba desde hace 12 años cuando Bill Clinton derrotó a Bob Dole.

Washington - El demócrata Barack Obama hizo historia al convertirse en el primer presidente negro de los Estados Unidos y logró hoy cumplir el sueño de millones de afroamericanos al ganar en las elecciones presidenciales de EEUU, en una jornada en la que se lograron niveles récords de participación.

De esta manera, Obama, apenas un desconocido hace cuatro años, logró convencer al pueblo estadounidense con un mensaje de cambio y de unidad que caló pronto en el electorado y que su contrincante, el republicano John McCain, no pudo combatir.

Barack Obama habtía logrado 349 votos electorales, muy por encima de los 270 que necesitaba para convertirse en el 44 presidente de los Estados Unidos. McCain, por su parte, se queda con 163 votos electorales.

El candidato demócrata selló una sólida victoria tras ganar en estados como Ohio, Iowa, Florida y Virginia, que se sabía definirían estos comicios.

Esos estados habían votado por George W. Bush en el 2004 y eran considerados vitales para las esperanzas de Obama. Su victoria en Virginia es especialmente notable si se tiene en cuenta que no votaba por un candidato demócrata desde 1964.

Obama asestó también otros dos golpes duros a John McCain al triunfar en Nueva Hampshire y Pensilvania, estados tradicionalmente demócratas que su rival intentó incorporar a las filas republicanas.

Pensilvania era considerado un botín particularmente codiciado, con sus 21 votos electorales. Hillary Rodhman Clinton había logrado una victoria holgada ante Obama en ese estado en las internas demócratas y McCain pensó que eso le abría una posibilidad.

EL RECONOCIMIENTO DE MC CAIN

"Tuve el honor de llamar al senador Obama para felicitarlo", declaró McCain ante numerosos partidarios en Arizona. "Su éxito merece mi respeto, por su talento y su perseverancia".

 McCain dijo que admiraba la capacidad de Obama de generar esperanza en los sectores postergados de la sociedad.

"Me comprometo a hacer todo lo que esté a mi alcance" para superar los desafíos que enfrenta el país, expresó el candidato republicano.

Obama observó los primeros resultados en un hotel del centro de Chicago y luego se fue a su casa a cenar con su familia, tras una agotadora campaña de 21 meses.

En términos generales se cumplieron los pronósticos y la diferencia la marcaron Ohio, Iowa, Virginia y la Florida.

Los demócratas ganaban además bancas en las dos cámaras del Congreso y reforzaban su mayoría legislativa.

Joe Biden, compañero de fórmula de Obama, retuvo su banca senatorial en Delaware. Si logra la vicepresidencia, esa banca será ocupada por una figura seleccionada por el gobernador demócrata de Delaware.

 Los demócratas John Kerry (Massachusetts), Frank Lautenberg (Nueva Jersey) y Richard Durbin (Illinois) conservaron sus bancas en el Senado, lo mismo que los republicanos Lamar Alexander (Tenesí) y Susan Collins (Maine).

La republicana Elizabeth Dole, no obstante, perdió su banca ante el demócrata Kay Hagan en Carolina del Norte.

LARGAS COLAS

Los estadounidenses formaron el martes largas filas para depositar su voto en las elecciones, en las que se pronostica una asistencia sin precedentes a las urnas y las cuales podrían cambiar el rostro de una nación asediada por su peor crisis económica en casi 80 años y que mantiene tropas de ocupación en Irak y Afganistán.

Las entrevistas con los votantes indicaban que casi seis de cada 10 mujeres apoyaban a Obama, y que los hombres preferían al demócrata por un ligero margen. Poco más de la mitad de las mujeres blancas apoyaba a McCain, dándole una ligera ventaja en un grupo que respaldó en forma arrolladora al presidente George W. Bush en el 2004. 

La economía era por mucho el tema más relevante en las mentes de los votantes. Una encuesta a boca de urna detectó que seis de cada 10 votantes en Estados Unidos mencionaron la economía como el problema principal del país. Ninguno de otros cuatro temas enumerados en la lista energía, Irak, terrorismo o atención a la salud  fue elegido por más de uno de los 10 entrevistados.

Los resultados se basan en una muestra parcial y preliminar de casi 10.000 electores a la salida de las urnas, así como en entrevistas telefónicas hechas la semana anterior a quienes emitieron su voto anticipado.

Obama votó el martes en la escuela de párvulos Beulah Shoesmith, en Chicago, vitoreado por los asistentes cuando mostró su papeleta electoral en estos comicios por la presidencia. Le acompañaron su esposa Michelle y sus dos hijas.

En Phoenix, McCain depositó su voto en una iglesia antes de volar a Colorado y Nuevo México, para participar en actos proselitista

Ningún demócrata había llegado a la Casa Blanca con un mandato popular superior al 50 por ciento desde la presidencia de Jimmy Carter (1977-1981).

Según explicó la portavoz presidencial, Dana Perino, George W. Bush invitó a Obama, que tomará posesión el próximo 20 de enero, a visitar la Casa Blanca con su familia muy pronto.

"Usted está a punto de embarcarse en uno de los grandes viajes de esta vida. Enhorabuena y disfrútelo", recomendó el ya presidente saliente al que será su sucesor.

Las encuestas a pie de urna revelaron que Obama fue votado por el 95 por ciento de los afroamericanos del país, frente al 1 por ciento que apoyaron a McCain. Además, le apoyaron el 66 por ciento de los latinos, frente al 31 por ciento de su contrincante.

El senador de Illinois se impuso además en todos los colectivos entre los 18 y los 64 años, de manera que McCain, de 72 años, solo ganó entre los de su edad.

Lejos de la disputada contienda de 2004, y especialmente de 2000, donde el recuento de votos en Florida se alargó durante semanas, Obama fue sumando rápidamente y sin problemas, los estados más disputados, especialmente Pensilvania, Ohio y Iowa.

A ellos se unieron otros más reñidos, pero que igualmente cayeron en manos demócratas, como Florida, Nuevo México y Colorado.

Además de ganar la Casa Blanca, el senador ha llevado a su partido a una clara victoria en la Cámara de Representantes, que se renovaba por completo, y a ampliar su mayoría en el Senado, donde se sometían a la renovación un tercio de los escaños.

Desde 1992, cuando ganó la presidencia Bill Clinton, la Casa Blanca y las dos Cámaras del Congreso no estaban en manos de los demócratas.

De los 435 asientos en juego en la Cámara Baja, los demócratas han ganado 259 frente a los 176 de los republicanos, según las proyecciones de la cadena de televisión NBC.

En el Senado, los demócratas, que cuentan con 51 escaños, podrían haber sumado cinco más, hasta 56, pese a lo cual no habrían conseguido la anhelada "supermayoría" de 60 escaños, aunque aún hay varios en juego.

VICTORIA ABRUMADORA

Obama es así el primer candidato en lograr una victoria tan abrumadora desde que Bill Clinton derrotó a Bob Dole en 1996 con 379 votos electorales frente a 159 de su rival.

El nuevo mandatario estadounidense ha cumplido con las expectativas de aquellos analistas que predecían que Obama iba a conseguir la Presidencia con un "landslide", un término que significa algo así como "ganar por goleada".

En las complejas elecciones estadounidenses se utiliza este término cuando un candidato barre en la mayor parte del país, como le ocurrió a Ronald Reagan en 1984 o a Franklin D. Roosevelt (1933-1945) en las cuatro elecciones a las que se presentó.

Sin embargo, no existe una cifra que defina cuántos votos electorales son necesarios para conseguir un "landslide".

Ed Rollins, que ayudó a Reagan a conseguir hace 24 años una victoria de 525 votos electorales sobre los 13 de Walter Mondale, considera que un candidato gana por abrumadora mayoría "siempre que consiga más de 300 o 320 votos electorales".

Por su parte Gerald Hill, autor junto a Kathleen Thompson Hill de un diccionario sobre la política estadounidense, explica que "normalmente significa que (el voto) excede todas las expectativas y que es, de alguna manera, abrumador".

El término "landslide" se comenzó a utilizar en 1838 en casos de desastres naturales, pero los periodistas lo aplicaron pocos años más tarde al contexto político, según el columnista político William Safire, que resalta que, en definitiva, significa una "victoria sonora; una en la que la oposición queda enterrada".

Otros afirman que el candidato perdedor es claramente víctima de un "landslide" de su rival cuando no logra más de 100 votos electorales.

Bajo estas definiciones, también se podrían incluir en esta categoría el triunfo de Theodore Roosevelt en 1904 sobre Alton Parker, con 336 votos electorales frente a 140; la de Woodrow Wilson sobre Roosevelt y William Taft en 1912 (435-96); la de Warren Harding sobre James Cox en 1920 (404-127).

Por su parte, se clasifican para el grupo de presidentes que han logrado una victoria por goleada Herbert Hoover, quien derrotó con 444 votos electorales frente a 87 a Alfred Smith en 1928; Lyndon Johnson, quien, con el acertado apodo de "avalancha Lyndon", triunfó sobre Barry Goldwater en 1964 con 486 frente a 52 votos.

Por último, cabe destacar la victoria de Richard Nixon sobre George McGovern en 1972, ya que enterró las aspiraciones de su rival con 520 votos electorales frente a tan sólo 17 de su contrincante.

La elección presidencial en EEUU no es directa, sino que quien nombra al mandatario es el Colegio Electoral, en el que hay 538 votos electorales.

A cada estado, y al Distrito de Columbia, se le adjudica un número de votos electorales, según el tamaño de su población.

El ganador en cada estado, por pequeña que sea la diferencia, se lleva todos los votos electorales de ese territorio.

Las dos únicas excepciones son los estados de Maine y Nebraska, donde dos de los votos electorales van al ganador y otros tres se distribuyen entre el que haya ganado cada uno de los tres distritos en que se dividen ambos estados.