En una ópera basada en "El inglés de los güesos", la novela de Benito Lynch

La estética musical de Felipe Boero

A casi 43 años de la muerte de uno de los más grandes compositores de la Argentina, se estrena esta obra, que fuera hallada entre sus manuscritos inéditos.

Ficha técnica: "El inglés de los güesos", drama musical en un acto con libro de Arturo Cerretani y Marcos Bronenberg. Música: Felipe Boero. Con Fernando Cormick, Claudia Pisanú, Gerardo Marandino, Adriana Parisse, Raúl Herrero, Juan Ignacio Blanco, Maximiliano Drizza y Gladys Romero Marcial. Escenografía: Quique Cáceres. Iluminación: Nicolás Trovato. Vestuario y "regie": Horacio Pigozzi. Coro del teatro Roma y Frances Staciuk (piano). En el teatro Roma, de Avellaneda. EL ESPECTACULO Nacido en Buenos Aires (1884-1958), Felipe Boero fue uno de nuestros más importantes compositores de ópera, y si bien estudió en París y tuvo inicialmente alguna influencia del "verismo", se inclinó luego por una temática de mayor ascendencia folclórica y argumentación localista. Entre sus títulos de mejor relieve se encuentra en primer lugar "El Matrero" (junto con "Aurora", los dos arquetipos del melodrama argentino), y también la exaltada "Tucumán" (1918), "Raquela" (1923), ambientada en la pampa, y "Siripo" (1937), inspirada en el texto de Manuel J. de Lavardén. Destacado docente y autor además de ciclos de canciones, una misa, un oratorio y un poema sinfónico ("El Lacar"), Boero dejó entre sus manuscritos inéditos una obra de difícil encuadre, que tal vez podría ser definida como "música incidental" o "pieza lírica". "El inglés de los güesos" se basa obviamente en la célebre novela del enigmático Benito Lynch (1885-1951), con su acabada descripción de los tipos del campo bonaerense, y nunca se había representado hasta ahora, debido tal vez a la complejidad de su interacción entre los trozos netamente musicales y las partes que pertenecen, en cambio, al teatro de prosa. UN ESTRENO ABSOLUTO El año pasado, cuando se dio "El Matrero" en el teatro del Libertador General San Martín (ex Rivera Indarte), en Córdoba, Carlota y Elena Boero, las hijas del compositor, le comentaron a Rubén Wisner que tenían en su poder la partitura de "El inglés de los güesos", trabajo de 1938, que permanecía aún sin estrenar. A partir de allí se motorizó la idea de llevarla finalmente a escena, logro concretado precisamente el 9 de julio, en el teatro Roma, de Avellaneda, con la colaboración de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires, que con capacidad está manejando Daniel Suárez Marzal. Si bien por "inconvenientes de orden técnico" no pudo actuar en la emergencia la Orquesta Sinfónica Juvenil Libertador San Martín, que debía ser conducida por el maestro Fabián Bermann y fue suplida por la pianista Frances Staciuk, la partitura de Boero, en su primera audición, lució fluidez y una elaboración armónica delicada, de acusado interés. La "firmeza" y el "prado" se contaron entre sus refinadas páginas criollas, a lo que cabe agregar una métrica de continua variedad, interludios sensibles y unos diseños corales de impecable factura. En el terreno vocal, el tenor uruguayo Gerardo Marandino (Santos Telmo) exhibió un registro pleno e interesantes condiciones actorales, al igual que la mezzo Claudia Pisanú (Balbina), quien asumió un papel de múltiples exigencias. En cuanto a los artistas teatrales, debe decirse que tanto Fernando Cormick (James) como Adriana Parisse (Doña Casiana), Raúl Herrero (Don Juan), Juan Ignacio Bianco (Bartolo) y el resto del elenco mantuvieron un nivel homogéneo y de bien lograda eficacia, en lo que se vio la mano del joven y diestro "regisseur" Horacio Pigozzi. Carlos Ernesto Ure