HISTORIAS DESCONOCIDAS DE LA GESTA DE MALVINAS II

David y Goliath

POR NICOLAS KASANZEW

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­El 1º de mayo la pequeña embarcación "Forrest" se hallaba fondeada en la caleta Riñón cuando fue atacada por un helicóptero enemigo Sea Lynx, que le produjo daños en la banda de babor. Sin hesitar, su comandante Rafael Molini enfiló decididamente su cáscara de nuez en dirección al atacante, y cuando se acercó a unos cien metros, ordenó a la tripulación hacer fuego con los fusiles FAL, único armamento con que contaba.

Mientras el "Forrest" trataba de aproximarse, el helicóptero aparecía y desaparecía detrás de los accidentes del terreno, abriendo fuego todo el tiempo. En cierto momento, el Sea Lynx se asomó por el costado de un islote y quedó a ras del agua para facilitar la puntería de su ametralladorista. Lejos de amilanarse, Molini ordenó acelerar la navegación para embestir a la aeronave, mientras sus hombres seguían accionando sus fusiles.

El piloto británico tuvo un momento de perplejidad, no podía creer lo que hacían los argentinos. Esa indecisión le jugó una mala pasada, ya que el fuego de fusiles impactó en la máquina, que se tambaleó visiblemente y comenzó a despedir humo de su turbina. Poco antes de ser embestido por el Forrest, el helicóptero alcanzó a alzarse y huir hasta el islote cercano, donde aterrizó con evidentes desperfectos. Pero no conforme con haber puesto en fuga al atacante, Molini siguió navegando en su dirección.

Su frase va a quedar en la historia: "¡El helo se retira averiado, me destaco en su persecución!". Al ver esto, el piloto del helicóptero despegó bruscamente y desapareció dejando una estela de humo. Fue, de hecho, el primer combate aeronaval - ¡y victorioso! - de la guerra de Malvinas.­

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